La madrugada del lunes, un misil interceptor de fabricación israelí, que había sido disparado para interceptar un avión no tripulado procedente de Irak, se estrelló en la ciudad jordana de Aqaba, cerca de la frontera con Israel.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían informado inicialmente que el misil había fallado al alcanzar su objetivo y cayó en la zona de Eilat, al sur de Israel.

Imágenes en video difundidas en redes sociales mostraron el impacto del interceptor en la ciudad jordana, cerca de la ensenada de Ayla, un área exclusiva a unos pocos metros de la frontera israelí.

En los videos, se escucharon dos explosiones: una relacionada con el aparato del misil, diseñado para destruir proyectiles enemigos, y otra provocada por el impacto del interceptor contra el suelo.

Horas después, las autoridades jordanas confirmaron el impacto de un “objeto volador” en la zona de Aqaba, aunque no hicieron referencia a Israel ni ofrecieron detalles sobre la naturaleza del proyectil.

El ejército jordano indicó que no se registraron víctimas ni daños debido al impacto. Los zapadores fueron enviados al lugar para evaluar la situación, mientras las autoridades pidieron a los residentes que mantuvieran una distancia segura del área afectada.

Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que el misil fue disparado para interceptar un UAV que se aproximaba desde el este, es decir, desde Irak.

Las sirenas en Eilat se activaron poco después de la medianoche, y el ejército aseguró que el dron fue derribado antes de que ingresara en territorio israelí.

La Resistencia Islámica en Irak, una milicia respaldada por Irán, reivindicó el lanzamiento del dron, alegando que había dirigido el ataque contra un “activo vital” en el área de Eilat. Mientras tanto, el servicio de rescate United Hatzalah atendió a varias personas en Eilat que buscaban ayuda por ansiedad aguda tras el sonido de las sirenas.

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