Responsable de Emergencias durante el último Consell de Ximo Puig, Gabriela Bravo denuncia el retroceso que ha sufrido esta área desde que la derecha y la ultraderecha llegaron al Consell. La fiscal y ahora vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes está convencida de que las víctimas de la dana habrían sido muchas menos de haberse alertado antes a la población, para lo que había medios. Algo de lo que alguien algún día tendrá que responder, sentencia.  

¿Cuál es su valoración del relato del presidente de la Generalitat sobre su actuación en la DANA?

Asistimos a un discurso exculpatorio centrado en repartir culpas: falló todo menos él y su Gobierno. Una intervención carente de autocrítica que estoy segura de que ha defraudado a todos los valencianos y valencianas que se merecen un presidente capaz de pedir perdón y asumir los errores.

¿Cree que tras una gestión de la crisis como la que se está viendo al pueblo le basta con un cambio de nombres en un Consell presidido por la misma persona?

Creo que el pueblo valenciano está sumido en el dolor por la pérdida de tantas vidas y por la destrucción de sus pueblos, casas y negocios y que ahora, más que nunca, necesita representantes políticos serios que estén a la altura de estas terribles circunstancias. Y sobre todo, que no mientan.

Como responsable de Emergencias en la Comunidad durante ocho años, ¿qué piensa del anuncio de una conselleria de Emergencias?

Es un brindis al sol sin ningún fundamento, sin ninguna mención al cambio climático y sin ninguna propuesta para fortalecer el sistema de emergencias. Para el señor Mazón, Emergencias y Protección Civil no son una prioridad. Lo ha demostrado a lo largo de este año y medio en el que han disminuido de forma considerable su presupuesto mientras subía el de festejos taurinos. Ha habido un gran retroceso cuando debería ser todo lo contrario. Aunque, ¿qué podemos esperar de un Consell que considera el cambio climático una oportunidad en vez de una amenaza?

En su etapa de consellera usted gestionó, además de otras emergencias, la dana de septiembre de 2019 en la Vega Baja en la que los daños materiales fueron cuantiosos pero la pérdida de vidas se limitó a tres personas. Al margen de la diferente virulencia de aquella gota fría respecto a la del día 29, ¿cuál cree que fue el secreto para minimizar sus consecuencias?

La clave para salvar vidas está en la preemergencia, en anticipar la respuesta ante cualquier emergencia. Y para ello es fundamental tanto la alerta a la población como el seguimiento de la evolución meteorológica.

Es evidente que el mensaje a la ciudadanía llegó tarde. Si se hubiera avisado con el sistema Es-Alert, del que se dispone, se habrían salvado muchas vidas

¿Fue eso lo que se hizo entonces en la Vega Baja?

El 8 de septiembre recibimos los primeros avisos de la Aemet que indicaban una previsión de dana entre el 12 el 14. En ese momento activamos la preemergencia y desde el Centro de Coordinación de Emergencias se mantuvo comunicación directa con los municipios en riesgo para que activaran sus planes. Al mismo tiempo se desplegó una campaña informativa dirigida a la ciudadanía advirtiendo de los riesgos y se contactó con todos los organismos y entidades que tenían que concurrir ante una futura catástrofe, incluidos los responsables de las consellerias que podían verse afectadas.

¿En qué momento se reunió aquel Cecopi teniendo en cuenta que cuando lo hizo el de la dana de este 29 de octubre ya había poblaciones inundadas?

El president de la Generalitat Ximo Puig convocó un Cecopi anticipado el 11 de septiembre y ya habíamos decretado la situación de preemergencia nivel rojo para el sur de la provincia de Valencia y el de Alicante.

¿Ya estaba lloviendo?

En absoluto. En ese momento, y sin una nube el cielo, el Consell acordó comunicar a los alcaldes de todos los municipios en peligro que suspendieran clases y cerraran centros de día. Se activó además el sistema de teleasistencia para dar soporte a las personas mayores y se decidió fortalecer el 112, que aumentamos en un 12 %, porque ante cualquier posible emergencia el número de llamadas se incrementa de forma exponencial. La prioridad era que no hubiera víctimas. Por eso se constituyó ese Cecopi anticipado que nos permitió organizar recursos, prever los distintos escenarios con los que nos podíamos encontrar y estar preparados para hacer frente cuando llegara a la emergencia, que se materializó el 12 por la mañana.

Hablaba de la comunicación a la ciudadanía.

Eso es lo más importante. Nosotros el día 11 dimos una rueda de prensa para alertar de la necesidad de tener muchísima precaución, de evitar la movilidad, de extremar las precauciones para no acercarse a las zonas que pudieran ser peligrosas… Esa comunicación, la activación de los planes de los ayuntamientos y el contacto permanente con los alcaldes fue esencial para salvar vidas. En La Vall d’Albaida, también afectada en aquella dana, gracias a esa coordinación previa pudimos evacuar un barrio humilde cuyas casas resultaron devastadas pero donde no hubo ningún daño personal. Y en Orihuela activamos la UME antes de que el Segura se desbordara. Todo eso gracias a la anticipación. Después es muy complicado hacerlo.

La clave para salvar vidas está en la preemergencia, en anticipar la respuesta ante cualquier emergencia. Y para ello es fundamental tanto la alerta a la población como el seguimiento de la evolución meteorológica

Choca lo que cuenta de la coordinación con varias consellerias cuando en la dana de Valencia consellers como José Antonio Rovira (Educación) o Marciano Gómez (Sanidad) han estado, al igual que la mayoría de los miembros del gabinete, ausentes.

No voy a entrar a valorar lo que este Gobierno podía haber hecho, yo solo recuerdo lo que hicimos nosotros. Y consideramos que era importante contar con los titulares de esas consellerias desde el principio porque nos preocupaban los centros de salud, los colegios…

¿De haber actuado así en la dana del día 29 en Valencia se habrían evitado muertes?

Es evidente que el mensaje a la ciudadanía llegó tarde. Eso es un hecho incontestable. Como también lo es que si se hubiera alertado a la población con anticipación mediante el sistema Es-Alert, del que se dispone, se habrían salvado muchas vidas.

¿Cómo se explica que contando con los medios no se hiciera y que la responsable política de Emergencias ni supiera de la existencia de este sistema de alertas?

No puedo entenderlo, como tampoco lo comprende la ciudadanía. Le corresponde a ella explicarlo y a la Justicia, depurar responsabilidades.

Ha dicho que el presidente Puig estuvo en todo momento al frente de aquel Cecopi. Mazón, que llegó con dos horas de retraso a la primera reunión convocada para las 17 horas del mismo día 29, sostiene que la consellera de Interior tenía capacidad de decisión.

Es cierto que la dirección del Cecopi corresponde al titular de las competencias. Ahora bien, no me imagino que un presidente de la Generalitat ante una situación de emergencia tenga una tarea más importante que no sea presidir el Cecopi y estar al frente de la coordinación de todos los recursos

¿Qué papel jugó el presidente Puig en la dana de la Vega Baja?

Él siempre estuvo al frente. La misma tarde del 12 fue a La Vall d’Albaida y después se trasladó a Orihuela, donde se quedó tres días con lluvias torrenciales, el desbordamiento del Segura y la rotura de una parte de la presa. Creo que para el presidente de una comunidad autónoma no puede haber nada más importante en su agenda que velar por la vida de la ciudadanía.

Mazón estaba en una comida que se prolongó horas.

Tiempo habrá de valorar su actuación cuando tantas personas ya veían amenazadas sus vidas y sus bienes. Los hechos están ahí. Y tendrá que explicar algún día si esa comida era tan prioritaria como demorar su presencia en el Cecopi. El president Puig en la dana de 2019 canceló su agenda, en la que había una comida con los cinco rectores de las universidades valencianas, porque lo prioritario era atender la emergencia.

Aunque las competencias para gestionar esta crisis por el nivel de emergencia son de la Generalitat, ¿no cree que vista la inoperancia del Consell tendría que haberla asumido el Gobierno?

Efectivamente, dado que nos encontrábamos en una emergencia nivel dos la competencia corresponde a la Generalitat. Sin embargo, si el president Mazón se veía superado o incapaz de gestionar la situación, podría haber solicitado al Gobierno que acordara el nivel tres, pero no lo hizo. De haberlo hecho, lo habría asumido. Pero ello no ha impedido que se haya contado con todos los recursos del Estado.

Aún así, y eso quedó claro en la manifestación del sábado, la ciudadanía se ha sentido abandonada por los poderes públicos sin entrar a valorar sin son autonómicos o centrales.

Lo que la ciudadanía no se merece en unos momentos tan trágicos y después del ejemplo de solidaridad que ha dado es la confrontación. Lo que toca ahora es arrimar el hombro unidos porque creo que ha habido demasiado ruido, bulos y enfrentamientos interesados que han hecho que los ciudadanos pierdan la confianza en las instituciones. Y eso es muy grave porque debilitamos nuestra democracia y se acaba conduciendo a sistemas autoritarios ya que el terreno es aprovechado por actores que están fuera del sistema.

Mazón está derivando responsabilidades a la Aemet y a la CHJ cuando ha quedado probado que ambos organismos alertaron de la emergencia. En su etapa como consellera, ¿cómo era la relación con ambos organismos?

La comunicación fue siempre muy fluida. No solo usábamos el conducto habitual de correos sino también la comunicación verbal.

A la vista de lo sucedido en Andalucía, ¿cree que se ha aprendido algo con la tragedia de Valencia?

Es evidente a la vista de los mensajes y de las decisiones que se tomaron. Hasta los propios responsables de la Comunidad creo que han aprendido algo.

Tras esta catástrofe, ¿urge cambiar los protocolos o bastaría con aplicar bien los que existen?

Los protocolos siempre pueden mejorar, de hecho tras cada emergencia hay que reflexionar sobre las lecciones aprendidas y optimizar los mecanismos. Pero las medidas que había que poner en marcha están en el Plan Territorial de Emergencias de la Comunidad.

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