Decepcionado con el comportamiento de la clase política en la DANA , el presidente de los empresarios valencianos lanza un mensaje de esperanza ante la recuperación de la provincia de Valencia y reclama con insistencia ayudas directas
¿Ha superado el shock inicial que supuso la dana?
Aún no somos conscientes de la magnitud de la tragedia. Aún no tenemos una evaluación de lo que ha ocurrido en términos económicos. Necesitamos ayudas directas, mucha agilidad y mucha sensibilidad. Mira que avisamos: «Necesitamos ayudas directas a personas, a empresas afectadas por la DANA». El afectado que ha perdido el comercio, el coche, la casa, lo que quiere es que se le dé una solución rápida. Las empresas de servicios pueden recuperarse con más facilidad, con más agilidad. Las empresas industriales van a tardar más porque la reposición de la maquinaria va a tardar. La afectación que tiene el pequeño comercio. Aquí sí que hace falta una ayuda absolutamente directa.
¿Qué consecuencias tendrá para el crecimiento económico y para el futuro de la Comunitat Valenciana?
La zona afectada representa más o menos el 5% del PIB de la provincia de Valencia. 350.000 mil empleos, 70.000 autónomos, 63 parques industriales. Los comercios y los polígonos industriales más afectados están en las zonas donde ha habido más inundación. Desde luego, va a ir por sectores. El pequeño comercio, el comercio de barrio, está muy dañado. En los sectores industriales vamos a tardar en recuperar. Pero las empresas lo que quieren es futuro. Los autónomos lo que quieren es futuro. Hoy estamos en el nivel más bajo de moral. La gente que tenga 50 años o la de 40 está pensando que no va a abrir el negocio porque ya está cansada, porque ya ha pasado una covid. Eso va a ir reponiéndose poco a poco. La gente no quiere depender del Estado.
¿Tiene esperanza en la recuperación?
Sí. Va a tardar, pero la iniciativa privada es muy capaz y este territorio lo ha demostrado en infinitas ocasiones. Y repito, ahora estamos en el punto más bajo de moral, pero poco a poco vamos a salir. Esta es una comunidad en la que habitualmente el Estado ha invertido claramente por debajo de lo que representa. Unos y otros gobiernos. He dicho el Estado. No puede ser que la conexión de la A-7 que circunvala Valencia, que conecta el sur de Europa con el norte y por donde pasan 100.000 vehículos, no tenga más alternativa. En otras capitales están la 30, la 40, la 50. Aquí hay que hacer una reflexión de lo que queremos para el futuro, pero no la provincia de Valencia, sino España, porque las conexiones, las infraestructuras, son inversiones de Estado, no son para la comunidad. Por tanto, habrá que replantear si necesitamos una ampliación u otro bypass. Habrá que plantear que en España vivimos tres millones de personas en zonas inundables, que no nos vamos a mover de ahí, igual que las empresas, pero sí que tendremos que minimizar los impactos. Tenemos que hacer planteamientos serios de inversiones hídricas necesarias. Pero en toda España.
Usted ha pedido un plan Marshall de reconstrucción, como el que estableció Estados Unidos para ayudar a Europa occidental tras la Segunda Guerra Mundial. El escenario en las comarcas valencianas del sur es ciertamente de guerra. ¿Qué debe incluir ese plan?
En el corto plazo, los afectados tienen que recibir las ayudas. El Estado tiene sus recursos y Europa también tiene que aportar los suyos. Quiero que el comercio, que el autónomo que decida tirar para adelante tenga todos los apoyos de todas las administraciones y de todas las entidades financieras. ¿Qué queremos ser de mayores? Tenemos que aprovechar esto para posicionar a la Comunitat Valenciana en inversiones necesarias, en infraestructuras. Conectamos el puerto número uno del Mediterráneo con el centro de la península . Están el corredor Mediterráneo y el corredor cantábrico. Tenemos que hacer un trasvase en el movimiento de mercancías del sistema de transporte normal al sistema ferroviario. Y aquí hay que hacer apuestas. Y estas apuestas las tiene que hacer Europa.
¿Van a superar las empresas valencianas los efectos de las inundaciones? Hay sectores, como el mueble, que parecen tocados de muerte.
En esas zonas de esos polígonos donde está muy concentrado el mueble va a ser complicado. De ahí que necesitemos incentivos para el consumo. En esas zonas viven cerca de 100.000 personas con el ingreso mínimo vital. Necesitamos que esos comercios de barrio, que han funcionado magníficamente, sus vecinos puedan tener disponibilidad de consumo. Tiene que haber propuestas de bonos, de planes renove. Se han perdido 100.000 coches. La gente necesita el coche para trabajar, entre otras cosas. Un plan renove de vehículos que además se centre claramente en la pista de Silla, por ejemplo, donde había concesionarios de todas las marcas. Y reformar viviendas. Es verdad que todo eso va a generar una economía y va a potenciar sectores, como el automóvil ,que estaba tocado en líneas generales, pero también al pequeño empresario, al fontanero, al electricista, al reparador. Va a generar una economía pequeñita que a la vez va a beneficiar a los proveedores de esas firmas, que son empresas más grandes. Vamos a perder un porcentaje de PIB, pero a la vez vamos a generar una economía de escala. Reiterola capacidad de resistencia que tiene el empresariado de esta comunidad.
Usted se reunió con Carlos Mazón el martes 29 de octubre a las 13.30. ¿Le dio la sensación de que el presidente de la Generalitat era consciente de lo que ya empezaba a ser una catástrofe, porque ya llovía con mucha fuerza en Utiel?
Lo he dicho por activa y por pasiva. Nos reunimos para los presupuestos de la Generalitat de 2025, que valoramos positivamente. Recuerdo perfectamente que el presidente había venido de algún hospital y comentó algo de las administraciones, que el historial clínico de un paciente de Dénia no es compatible con otro hospital de Líria. Quiero decir, estas son las incongruencias del sistema de la administración y eso a mí, la verdad, me preocupa.
Le he preguntado por la dana.
Estábamos todos en la misma línea hablando de presupuestos.
En esa reunión, Mazón despreció que las universidades hubieran cerrado las clases por miedo a la lluvia, habiendo como había tantos estudiantes de las zonas que luego quedaron inundadas.
Eso no lo recuerdo.
¿Cómo califica la gestión de la Generalitat, sobre todo aquel primer día?
Bueno, pues de la Generalitat y en general de todos. No sé quién. Si la Confederación Hidrográfica su papel es avisar… Por lo que hemos estado hablando con alcaldes, ya a mediodía tenían conocimiento de que la cosa iba mal y no sé si de muertos. Creo que el de Riba-roja, cuando estuvimos con él, ya nos dijo que a las seis de la tarde avisó a las empresas, pero a las seis de la tarde no había consciencia de lo que se avecinaba o de lo que se había avecinado ya en otras poblaciones. En mi caso, yo tengo las empresas en Chiva, los trabajadores se quedaron allí y menos mal que se quedaron. Pero no había una sensación en general de que esto era tan problemático. Hablamos de las administraciones, hablamos de las empresas, pero hay que hablar de los ciudadanos. Tenemos que tener la consciencia de que cuando esto sucede debemos de ser responsables. Nos decía el alcalde de Picanya, que, con el barranco desbordado, la gente estaba haciendo fotos.
¿Quiere decir que la culpa fue de todo el mundo?
Claramente. Yo creo que el sistema ha fallado. Yo no sé si el presidente tiene que estar en el Cecopi. Yo no sé si es su responsabilidad. Yo no sé si la Confederación Hidrográfica tiene que avisar a quién. No lo sé. Solo sé que ha habido muertes que se podían haber evitado. Y no sé quién ha fallado porque entiendo que eso lo dirá la Justicia. Pero se podía haber evitado porque había gente que estábamos trabajando con total normalidad cuando había gente, paisanos nuestros, que ya estaban ahogados.
¿Quién ha fallado?
Han fallado todos
¿Y el Gobierno? ¿Debió arrebatar el control a Carlos Mazón y su Consell, como ha pedido reiteradamente el PP?
Es que no sé si eso lo puede hacer el Gobierno. En todo caso, lo que está claro es que el Estado tiene mucha más maquinaria, tiene mucha más capacidad que una comunidad autónoma. Por eso pido que haya un antes y un después. En la covid, cuando se tomaron determinadas medidas por parte del Estado, hubo autonomías que denunciaron al Tribunal Constitucional y este se puso a favor las denuncias.
¿Qué ha echado en falta en estos días en términos de gestión y ayudas?
La agilidad y la sensibilidad. Y la empatía con algunas personas de la política nacional. La empatía con que los empresarios somos unos… No sé cómo nos califica la ministra de Trabajo [Yolanda Díaz], cuando los empresarios, tres días antes de que viniera ella a lanzar mensajes de que las empresas están obligando a que sus trabajadores …historietas de estas demagógicas e ideológicas. Tres días antes, los empresarios y los sindicatos estábamos lanzando mensajes de que lo primero es la seguridad personal. Si usted no puede ir al trabajo, no vaya. Entre otras cosas porque aquí lo que hemos hecho los empresarios con nuestros equipos humanos es ponernos en la misma unidad de acción, ayudarnos. Ese es el mensaje que a mí me gustaría que quedase, no la política demagógica de que los empresarios somos unos… no recuerdo la calificación. Y se le ha trasladado a todas las entidades que esa política no ayuda nada. Y también están las divergencias entre los distintos ministerios. Un poco como el Botànic. Yo lo he vivido, que un ministerio no quiera claramente que esté otro Ministerio en una reunión sobre la dana el 4 de noviembre.
¿Qué ministerio?
El Ministerio de Trabajo [Sumar] claramente no quería que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social [PSOE]… Yo soy de este partido, pero no quiero que esté el otro partido. Así funciona el Gobierno de España. Estoy contándolo como lo he vivido. Es que esta es la realidad.
¿Qué le parece que el PP esté embarrando también la tragedia de la dana para tapar el desastre de Mazón u otros intereses?
La clase política va a salir muy tocada. Todos. No voy a hablar ni del Partido Popular, ni del Partido Socialista, ni de VOX. La clase política en general. Va a salir muy tocada de aquí. Todos. ¿Por qué? Pues porque no puede ser que cuando hay gente que ni siquiera ha aparecido, que no sabemos si está muerta, se estén lanzando las pullas entre unos y otros. Eso no es lo que queremos los ciudadanos de este país. Unos más que otros. Esto es verdad porque ha habido otros que no han querido entrar en el juego, pero han dado una visión de la clase política horrible. Estoy decepcionado con la actuación, en ocasiones, de embarrar al otro. También me ha sorprendido, y tengo que decirlo muy gratamente, la actitud del ministro de Transportes, Óscar Puente. Se ha fajado él y todo su Ministerio y hay que agradecer a los operarios públicos de las distintas Consellerías que han estado desde el primer momento dando el 100%.
¿Debe aprovecharse la dana para evitar en la reconstrucción todo lo que ha contribuido a agrandar la desgracia, como vivir al lado de barrancos?
Es que la gente va a seguir viviendo. Quiero decir, lo que hay que hacer es minimizar el impacto porque no vamos a cambiar. Hay gente preparada en el Ministerio, en la Confederación Hidrográfica, ingenieros de caminos, ingenieros agrónomos que deben hacer sus aportaciones, porque esto volverá a pasar aquí, en Málaga, en Tarragona o en Madrid.
El Gobierno va a redirigir fondos europeos hacia Valencia por la dana. ¿Teme que se pierda dinero para los Perte?
No, yo creo que esos fondos europeos vienen expresamente para la dana. Eso es otro camino distinto.
El Consell ha pedido 31.400 millones al Gobierno. No ha hecho grandes anuncios económicos, la verdad. ¿No hay dinero en la caja? ¿Lo habría si estuviera mejor financiada la Comunitat Valenciana?
Las dos cosas. No hay dinero en la caja porque está mal financiada y llevamos no sé cuántos años mal financiados. Pero vamos a seguir otros tantos años porque no hay ninguna voluntad de los dos principales partidos.
¿Y los 14.400 del Gobierno central? El miércoles su organización aseguró que el dinero no era suficiente y pidió más ayudas directas para relanzar la economía
Tiene que haber mucha más intensidad en las ayudas directas, que no las hay. 5.000 millones son avales. 3.000 y pico vienen de las primas de seguros. Solo dos mil y pico son ayudas directas.n
