Entre los expertos no causó extrañeza que este domingo se produjese un argayo a la altura de la localidad lenense de La Cortina, en el kilómetros 76 de la autopista del Huerna (AP-66). Los catorce kilómetros que discurren entre Campomanes, en el kilómetro 64 de la carretera, y el túnel de Entrerregueras, en el 78, están plagados de laderas como la que se vino abajo en el monte Buscón. Pueden contabilizarse hasta 17 de estos taludes, con diferentes grados de trabajos de sujeción, algunos de altura considerable. «Es una zona mala , siempre lo ha sido, también para Adif, como se ha demostrado en la ladera de Campomanes. Son rocas carboníferas, sobre todo pizarras, con algunas capas de carbón de entre 1 y 15 centímetros, todo muy roto y muy satinado», indica el geólogo José Antonio Sáenz de Santa María, que inició su actividad laboral en 1977, durante la construcción de la Autopista.

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