Diseñado como un avión de combate monoplaza multifunción, el Sukhoi Su-33 fue desarrollado para operar desde portaaviones en la Armada rusa. Este caza está impulsado por dos motores Saturn AL-31K, que le permiten alcanzar una velocidad cercana a Mach 2 y operar a altitudes superiores a los 55.000 pies.
Con un diseño adaptado a operaciones navales, el Su-33 incluye 12 puntos de anclaje externos para armamento, permitiéndole transportar misiles aire-aire, bombas, misiles antibuque y un cañón de 30 mm. Sin embargo, la operatividad del Su-33 se ha visto afectada debido a la prolongada reparación del portaaviones Almirante Kuznetsov, el único en servicio en Rusia.
En el contexto de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, el Su-33 destaca por sus capacidades, aunque la guerra en Ucrania ha revelado debilidades tanto en el poder aéreo ruso como en el entrenamiento de sus pilotos. A pesar de ello, sus tripulaciones y aviones conservan capacidades significativas.
Basado en el diseño del Su-27 Flanker, este avión recibió modificaciones estructurales para operaciones navales, como un tren de aterrizaje reforzado, alas plegables y una estructura optimizada para el estrés de operaciones desde portaaviones. En la clasificación de la OTAN, se le conoce como Flanker D.
Velocidad, maniobrabilidad y alcance del Su-33
Una de las características principales del Su-33 es su capacidad de operar a un alcance de hasta 3.200 kilómetros, ampliado por su sistema de reabastecimiento en vuelo. Esto lo convierte en un caza con gran autonomía y versatilidad.
En cuanto a su armamento, el Su-33 puede cargar hasta 14.000 libras de municiones, entre ellas misiles aire-aire R-73 y R-27, bombas planeadoras y misiles antibuque como el AS-17 Krypton y el Moskit ASM-MSS. Además, está equipado con un cañón Gryazev-Shipunov GSh-30-1 de 30 mm con capacidad para 150 disparos.
El diseño del Su-33 también tuvo influencia en el desarrollo del Shenyang J-15, un caza de fabricación china que comparte varias características con el Flanker D. Estas similitudes destacan la relevancia de este modelo en la aviación militar internacional.
Inicialmente diseñado para una flota de portaaviones soviética, el Su-33 fue adaptado para operar desde bases terrestres debido a las limitaciones navales de Rusia. En la actualidad, el Almirante Kuznetsov, único portaaviones ruso, puede albergar hasta 24 aviones Su-33 y MiG-29K. No obstante, este buque ha estado en reparaciones durante más de siete años, y su retorno operativo aún es incierto.