Las empresas del sector farmacéutico han sufrido en bolsa por la nominación de Robert F. Kennedy Jr. como futuro secretario del Departamento de Slur y Servicios Humanos (HHS). Donald Trump continúa nombrando a los nuevos cargos de su administración, que empezará en enero de 2025, y en este caso ha escogido a una persona conocida por sus posturas contrarias a las vacunas. Tras confirmarse su nominación, la cotización de los laboratorios del Viejo Continente se ha desplomado desde los primeros compases de la negociación. Las bajadas más intensas corresponden a fabricantes de vacunas, como Bavarian Nordic (-17,38%); BioNTech (-8,76%); GSK (-5,13%); Sanofi (-3,85%) y Astrazeneca (-3,05%).
Otras compañías europeas del sector farmacéutico también han caído en bolsa. Novo Nordisk ha registrado un retroceso superior al 3%, mientras que las suizas Roche y Novartis se dejaban a falta de algo más de una hora para el cierre de sesión un 2,37% y un 0,63%, respectivamente. Al otro lado del Atlántico, las firmas del sector en Estados Unidos recibían la noticia con fuertes descensos. Las mayores caídas corresponden a los fabricantes de vacunas Moderna (-5,15%) y Pfizer (-5,34%), mientras que la biofarmacéutica Amgen cedía más de un 4%, Novavax perdía un 2,55% y Eli Lilly bajaba un 2,28%. El director financiero de Bavarian Nordic, Henrik Juuel, atribuyó el desplome de las acciones de su compañía a una «reacción exagerada» a la nominación de Kennedy, según explicó al Financial Times.
«Protección» contra pesticidas y productos farmacéuticos
Trump lamentaba al anunciar este jueves la nominación de Robert Kennedy Jr. que «durante demasiado tiempo los estadounidenses han sido aplastados por el complejo industrial de alimentos y las compañías farmacéuticas», a las que acusó de participar en «el engaño, desinformación e información errónea» de la sociedad. Por este motivo, ha aseverado que, con Kennedy al frente, el HHS servirá para «ayudar a garantizar que todos están protegidos de los productos químicos, nocivos, los contaminantes, los pesticidas, los productos farmacéuticos y los aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud» de Estados Unidos.
Kennedy prometió tras su nominación ser un «servidor público honesto» si se confirmaba su cargo al inicio de la segunda administración del republicano. «Juntos acabaremos con la corrupción, con la puerta giratoria entre la industria y el Gobierno, y vamos a devolver a nuestras agencias de salud su rica tradición de ciencia basada en evidencias y de referencia». El futuro secretario de Salud de Estados Unidos ha expresado su oposición a la política de vacunas del Gobierno de EE.UU., cuestionando la cantidad de inyecciones administradas en la infancia y sembrando dudas sobre las vacunas contra la Covid-19, aunque no ha pedido abiertamente la prohibición de ninguna y, según dijo en una entrevista con NBC News la semana pasada, no tiene planes de «eliminar las vacunas».