La cultura mundial se suma al movimiento por la emergencia climática y en España acaba de lanzarse con un manifiesto entre la utopía y la distopía para desafiar las estructuras de poder que ignoran el consenso científico, fracasan en su misión de protegernos y perpetúan el ecocidio.
Son muchas las voces de alarma climática y medioambiental que se producen desde el mundo del arte y la cultura, creciente grito de emergencia climática desde 2019. La iniciativa La Cultura Declara la Emergencia (Culture Declares Climate And Ecological Emergency) agrupa a casi 700 organizaciones y centros culturales de diferentes países del sector de la cultura, que actúan por la creación de un futuro regenerativo que proteja el planeta y sostenga a todas las personas, en todas partes.
En los últimos meses estamos viendo caer, uno tras otro, récords en incontables registros climáticos y ecológicos: temperatura de los océanos, temperatura terrestre, reducción del hielo de los polos y del permafrost, deterioro de los ecosistemas y pérdida de biodiversidad, nivel de dióxido de carbono en la atmósfera, sequías, olas de calor tempranas, número, intensidad y precocidad de los incendios, intensificación rápida de huracanes y DANAs, por citar solo algunos ejemplos.
Mientras, seguimos superando los límites planetarios que permiten la vida tal y como la conocemos. La superación de solo uno de estos límites conlleva el riesgo de provocar el desajuste de todo el sistema climático y llevar al planeta a un estado desconocido y fuera de todo control.
Ya se han superado seis de esos nueve límites planetarios. Los estudios científicos llevan décadas exponiendo los datos y alertando sobre la gravedad de la desestabilización climática y ecológica, sin que esto haya resultado en medidas para frenar los peores efectos de las crisis, ni en aplicar soluciones basadas en la naturaleza, sino más bien obras públicas ya estudiadas y aprobadas, de prevención y adaptación, por ejemplo por las Cortes valencianas, con consecuencias como las que hemos visto en la fatídica DANA del 29 de octubre en Valencia.
Nodo español CDE
En este contexto, en 2024 se ha creado el nodo español La Cultura Declara la Emergencia (CDE) para movilizar al sector cultural con el objetivo de lograr adhesiones del mundo de la cultura y el arte en el Estado español mediante un formulario enclavado en su web involucrando a este sector en la emergencia climática, diseñar acciones y celebrar asambleas culturales climáticas en los diferentes territorios.
Lanzan una declaración que exige que digamos la verdad sobre la crisis planetaria: que los sistemas que sostienen la vida en la Tierra están en inminente peligro, y que esto amenaza tanto a la civilización humana como a la biodiversidad de la que ella depende. También proclama que es un deber actuar con urgencia, conforme a los datos científicos, promoviendo un cambio sistémico profundo si queremos abandonar el camino en el que estamos.
El manifiesto de CDE proclama que “Vivas ante la belleza de nuestro mundo, nos unimos para desafiar las estructuras de poder mundiales dominantes que ignoran el consenso científico, fracasan en su misión de protegernos y perpetúan el ecocidio”.
Presencia en España
El movimiento La Cultura Declara la Emergencia (CDE) se presentó en Madrid el doce de noviembre bajo el nombre Compromiso con el Clima: Relatos en la Casa Encendida de Madrid, en cuyo acto se dio lectura a este manifiesto declarativo. ‘La Cultura Declara la Emergencia’ nace en España de la mano de las artivistas Marta Moreno Muñoz, Carmen Sigler, Mayte Lillo Gutiérrez y Rita Kunzler, entre otras.
Moreno Muñoz es una artista y activista que trabaja en diferentes disciplinas como el arte de acción, el vídeo y otras artes basadas en el tiempo. Ha acabado su último gran proyecto 2020: The Walk, la gran caminata climática y ecológica, desde Granada al permafrost en Escandinavia, casi 5000 kilómetros a pie y en tren, con la bandera de Extinction Rebellion al viento. Largos tramos de itinerancia, paradas en nodos prefijados para compartir reflexión y emoción con otras que todavía no han iniciado su camino, o sí. Camino a la extinción y qué podemos hacer al respecto. Caminar sola, para caminar juntas, caminar sola, exilio interior, para luego caminar juntas.
Utopía o distopía
Carmen Sigler es una de las creadoras más destacadas de la historia del videoarte español. Sus películas e instalaciones se han expuesto en los principales museos de nuestro país y también en el extranjero. Ha pertenecido a varios movimientos feministas como Mujeres de negro de Sevilla, o la Asamblea de Mujeres de Granada. Actualmente forma parte de un grupo ecofeminista de mujeres llamado Granada habitable. Lillo Gutiérrez investigadora independiente y filósofa en Situación irregular. Doctora en Filosofía por la UCM desde 2019 implicada en el activismo ecosocial con Extinction Rebellion y Scientist Rebellion. Rita Kunzler es artista y profesional de artes digitales en el ámbito de efectos visuales (especiales) para cine y televisión, ha organizado la exposición itinerante de arte internacional “Utopía o Distopía” comunicando la crisis climática y ecológica.
La artista multidisciplinar, parte del grupo HDYS, Nikky Schiller organizó un encuentro sobre Libertad de Expresión y Emergencia en la Facultad de Derecho en septiembre de 2024 en la que acogió a CDE en la Universidad Complutense de Madrid.
Nikky Schiller dijo: “en nuestra historia ha habido cambios climáticos que desembocaron en guerras por supervivencia como la de los mayas e incas, este momento se acerca a nosotros, si no le damos solución. Cuando hablamos de cambio y derechos climáticos, hablamos a su vez de los derechos humanos, el derecho a vivir. También el derecho a emigrar para sobrevivir. El cambio climático provoca que la gente no tenga agua ni lugar donde vivir”.
Asambleas comunitarias
La Cultura Declara la Emergencia invita a que desde el ámbito cultural y artístico “te unas a nosotras para compartir una voz colectiva que se resista a ser silenciada e ignorada”. En los próximos meses La Cultura Declara la Emergencia promoverá asambleas culturales climáticas para iniciar conversaciones entre pares sobre la emergencia climática y ecológica. Las Asambleas Culturales se inspiran en las Asambleas Populares.
La toma de decisiones democrática a través de asambleas comunitarias tiene una larga historia en la humanidad. Más recientemente, ha renacido el interés por la democracia directa a medida que se hacen más evidentes las deficiencias de las democracias electorales. Las Asambleas Culturales se inspiran en modelos contemporáneos innovadores de participación, las asambleas ciudadanas institucionales, que utilizan la creatividad para fomentar la inclusión y los enfoques imaginativos en la resolución de problemas.
¿Por qué celebrar una Asamblea Cultural Climática? Una asamblea cultural de estas características -plantean- es una oportunidad para reunirse y conectar con personas aliadas de su zona o su sector para iniciar conversaciones sobre la emergencia climática y ecológica y cómo afecta a su comunidad. Es una oportunidad para poner en contacto a individuos, centros artísticos y culturales, autoridades locales y grupos ecologistas y de justicia social, intercambiar experiencias y explorar vías de actuación con nuevas colaboradoras de su zona o comunidad creativa.
La Cultura Declara la Emergencia ya realizó la primera asamblea cultural climática el pasado 28 de septiembre en el centro de la asociación La Empírica de Granada: En total 17 artistas y trabajadores culturales participaron en esta sesión desde la que ha surgido un nodo permanente de CDE Spain en Granada. Para 2025 llevarán a cabo estas asambleas culturales climáticas en lugares como Madrid y otras ciudades, según anunciaron en La Casa Encendida.
Una nueva iniciativa social sobre el clima acaba de nacer en España.