La circulación del área metropolitana de Valencia recuperó ayer dos de sus principales infraestructuras tras la DANA: el baipás de la A7, con la apertura de su nueva variante, construida en un tiempo récord de apenas dos semanas; y la conexión de la alta velocidad entre València y Madrid, con la salida y llegada de los primeros trenes de Renfe (Ave y Avlo), tras dos semanas interrumpido por los efectos de las inundaciones del pasado 29 de octubre.
El aviso rojo activado el miércoles a las 21 horas retrasó la recuperación de ambos servicios, pero solo durante unas horas. En principio, la A7 se iba a abrir ese mismo día por la noche, pero finalmente fue en el mediodía de ayer; y la alta velocidad retrasó la salida del primer tren hasta las 14 horas.
El fin del aviso rojo permitió, también, el restablecimiento de la conexión ferroviaria con Barcelona, a través de Euromed, así como de la red de Cercanías (las líneas C1, C2 y C6) y de los servicios de apoyo de transporte por carretera. Ambos se suspendieron por la amenaza de «lluvias intensas» decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La variante del baipás, construida sobre un sistema de cajones por la dirección general de Carreteras del Ministerio de Transporte y Movilidad Sostenible, permite recuperar una de las principales vías del área metropolitana de València y, también, de las conexiones por carretera con Barcelona y Europa por el norte y con Alicante y Andalucía, por el sur. Sin embargo, la circulación por esta variante se realizará a una velocidad máxima de 60 km/h. Según explicaban desde el departamento ministerial era el «punto más crítico de la red de carreteras» por el gran volumen de tráfico que soporta cada día, por la gravedad de los daños y, también, por la dificultad de reparación.
La reapertura de este tramo de la A7 permitió poner también en funcionamiento la CV-36 en el tramo comprendido entre el polígono de Mas del Jutge y la A7, lo que permite retomar de nuevo esta importante conexión que afecta al área industrial, varias urbanizaciones y el casco urbano. Según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, se va a proceder a una apertura paulatina del resto de tramos de la CV-36 hasta la autovía de Torrent, en el enlace de Picanya.
En este sentido, desde el departamento de Vicente Martínez Mus, se está trabajando por recuperar las carreteras y puentes, de competencia autonómica, con un presupuesto de 100 millones de euros para recuperar la movilidad en hasta cinco comarcas: l’Horta Sud, la Hoya de Buñol, La Serranía, el Camp de Túria y la Ribera. Tras recuperar 12 de las 18 vías afectadas, continúan los trabajos de reconstrucción en la CV-42, para recuperar la conectividad de Algemesí; la Cv-403, entre Valencia y Torrent; la Cv-50, en los alrededores de Cheste y Vilamarxant, donde se está reforzando la cimentación de estructuras y puentes; y en la CV-390 en la Plana de Utiel-Requena. Mientras que la CV-390 sí se pudo reabrir para recupear la movilidad de la comarca de Los Serranos.
Destino Madrid con retraso
Los primeros viajes de alta velocidad entre València y la capital comenzaron con retraso. Estaba previsto que el primero desde la capital partiera a las 11.30 horas y que el primero desde la estación de Joaquín Sorolla saliera a las 12.21 horas. Finalmente, este último partió con 90 minutos de retraso para impaciencia de algunos. Según aseguraron fuentes de Renfe, el motivo fue la realización de una exploración de seguridad previa a la puesta en funcionamiento de la línea, por parte de ADIF, para comprobar que todo funcionara correctamente antes de la reanudación del servicio. La oferta ferroviaria entre las dos ciudades contará con un total de 199 trayectos semanales, con una capacidad para 80.000 plazas.