Donald Trump sigue anunciando los nuevos rostros de su futuro gobierno. El nuevo presidente electo anunció el miércoles que el latino Marco Rubio será el jefe de la diplomacia estadounidense, mientras que el congresista Matt Gaetz ocupará el cargo de fiscal general del Estado y la excongresista — entonces demócrata– Tulsi Gabbard será la próxima Directora Nacional de Inteligencia.
Es una «voz muy poderosa para la libertad» y «un guerrero intrépido que nunca retrocederá ante nuestros adversarios», dijo Trump refiriéndose a Rubio en un comunicado. Hijo de inmigrantes cubanos, lo que le convertirá en el primer latino en ocupar el cargo, Rubio está considerado un ‘halcón’, partidario de aplicar la mano dura con China, Venezuela o Irán. También es conocido por su apoyo incondicional a Israel. No en vano, el lobi sionista es su principal donante, según datos de Open Secrets.
En cuanto a América Latina, Rubio critica duramente al gobierno castrista de Cuba, al mandatario venezolano Nicolás Maduro y al nicaragüense Daniel Ortega. En un comunicado, el todavía senador afirmó que «bajo el liderazgo del presidente Trump, traeremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de Estados Unidos por encima de todo». Cuando los medios de comunicación difundieron que Trump preveía nominar a Rubio como secretario de Estado el presidente electo recibió llamadas de congresistas republicanos para que reconsiderara su decisión por las posturas belicistas que han marcado su carrera.
Un populista de extrema derrecha al frente de Justicia
Más polémico se espera que sea el nombramiento de Matt Gaetz para dirigir el Departamento de Justicia. El diputado por Florida está firmemente anclado en la extrema derecha y ha medrado en Washington como una de las voces más histriónicas del trumpismo. Su lealtad al nuevo presidente electo está fuera de toda duda, tanto que su designación sugiere que Trump parece dispuesto a perseguir judicialmente a los «enemigos internos de EEUU», una de las promesas centrales de su campaña.
«Es un gran honor para mí anunciar que el congresista Matt Gaetz, de Florida, queda nominado para ser el fiscal general de Estados Unidos. Matt es un abogado tenaz y profundamente talentoso», dijo Trump en un comunicado. «Pocas cuestiones en Estados Unidos son más importantes que poner fin a la instrumentalización» del sistema judicial que, según él, ha llevado a cabo la Administración de Joe Biden.
Por último Trump ha nombrado a Tulsi Gabbard como Directora Nacional de Inteligencia, otro nombramiento aún más sorprendente. Sin ninguna experiencia en el ramo, aunque sirvió en la Guardia Nacional, la exdiputada demócrata convertida al trumpismo supervisará toda la comunidad de inteligencia estadoundiense con sus múltiples agencias, entre ellas la CIA, la NSA o las divisiones de inteligencia del FBI.
Aislacionista y heterodoxa, Gabbard ha sido muy crítica con la OTAN y ha diseminado algunos de los bulos de la desinformación rusa, como aquel que sostenía que EEUU financia laboratorios de armas biológicas en Ucrania. En 2017 llegó a reunirse con el presidente sirio Bashar al Asad, un estrecho aliado del Kremlin, responsable de la muerte de centenares de miles de sirios. «Sé que Tulsi aportará a nuestra comunidad de inteligencia el espíritu intrépido que ha definido su ilustre carrera, defendiendo nuestros derechos constitucionales y garantizando la paz a través de la fuerza», aseguró Trump en el comunicado que anunciaba su nombramiento.