Durante la noche, aviones de combate israelíes llevaron a cabo ataques sobre depósitos de armas y centros de comando de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut, según informaron las FDI.

Los sitios atacados por Hezbolá estaban situados, según el ejército, “en el corazón de una población civil”, acusando al grupo terrorista de emplear escudos humanos. Las Fuerzas de Defensa de Israel emitieron advertencias de evacuación a los civiles antes de los ataques.

Las FDI intensificaron recientemente sus operaciones terrestres en el sur del Líbano. La 91ª División informó haber alcanzado “nuevos objetivos” de Hezbolá. Comandos de esta división lograron atacar varias áreas adicionales, mientras otras brigadas continuaban con actividades defensivas y ofensivas.

Ayer, la 36ª División también amplió sus operaciones terrestres en la misma región. Las FDI afirmaron haber destruido decenas de lanzadores de cohetes en el Líbano, incluidos aquellos implicados en el ataque en Nahariya y en disparos hacia el centro de Israel.

Israel derriba un dron lanzado desde el Líbano sin causar heridos

Además, las FDI informaron sobre el derribo de un dron lanzado desde el Líbano, el cual activó las sirenas de advertencia en varias ciudades fronterizas del norte. No se reportaron heridos ni daños materiales.

En Beirut, la mayoría de las instalaciones de fabricación y almacenamiento de armas de Hezbolá han sido destruidas tras múltiples ataques aéreos en la capital en los últimos meses, según declararon las FDI.

El grupo terrorista Hezbolá había construido, a lo largo de más de dos décadas, una vasta red de centros de producción y almacenes bajo edificios en el suburbio sur de Beirut, conocido como Dahiyeh.

Estas instalaciones ocultas bajo infraestructuras civiles eran utilizadas para la fabricación y almacenamiento de cientos de misiles y cohetes. Las FDI explicaron en un comunicado que se centraron en demoler estas instalaciones a través de ataques aéreos.

Las explosiones secundarias registradas durante los bombardeos reforzaron la inteligencia obtenida sobre la presencia de material explosivo en los edificios utilizados por Hezbolá, confirmando su uso para fines militares.

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