En las oficinas del Real Madrid se viven días convulsos. Algunos trabajadores que pasan allí el día a día confirman que «el ambiente se ha enrarecido en las últimas semanas»”. Los últimos reveses que sufrido el club comienzan a pasar factura y los nervios se hacen notar entre unos dirigentes que se han visto obligados a buscar soluciones para reconducir la situación debido a varios problemas con los que no se contaba.
Los ruidos y la ‘palanca’ de Legends y Sixth Street
En primer lugar, el contencioso con los vecinos del Santiago Bernabéu por el problema de los ruidos en los conciertos que se celebraban en el estadio y la posterior suspensión de los mismos ha cerrado una vía de ingresos capital para el club. La previsión que hizo el Real Madrid al presentar la remodelación del Bernabéu cifraba los ingresos por la explotación del estadio en unos 400 millones de euros anuales. Y era una previsión a la baja.
En segundo lugar, además de no ingresar ese dinero, el club activó una ‘palanca’ alcanzando “un acuerdo con Legends y Sixth Street, por el que las dos compañías se hicieron con el 30% de la nueva sociedad que explotará el recinto deportivo por un periodo de veinte años. A cambio, el club percibiría 360 millones de euros”, según explicaba el club en el comunicado que se hizo público al anunciarse el acuerdo. Así que la explotación que Legends y Sixth Street proyectaban hacer del Bernabéu se ha venido abajo, depreciando notablemente una vía de negocio en la que tenían puestas expectativas mucho mayores. Y, como confirman a El Periódico de España desde el club, el Real Madrid trabaja para dar una solución a estas empresas para poder reactivar el volumen de explotación del Bernabéu con todos los eventos previstos en el acuerdo.
Se triplica el coste del Bernabéu
Y en tercer lugar, el sobrecoste de la inversión en el estadio Bernabéu está pasando factura al club, que ha tenido que emplear ingresos que inicialmente estaban previstos para otras partidas y que por la prioridad de la finalización de las obras están provocando efectos en la estructura financiera del club. Los 575 millones iniciales se triplicaron para elevar la factura más allá de los 1.750, disparada por el trabajo en pandemia, los problemas con la cubierta externa que rodea al estadio y las nuevas activaciones que se han incorporado durante la obra que han multiplicado por tres el coste real de la reforma del estadio.
A lo que se suman otros contratiempos como la paralización por parte de un juzgado de Madrid de los aparcamientos y el túnel del Bernabéu por “falta de interés público”, al considerar que el acuerdo del Ayuntamiento y el Real Madrid solo beneficia al club blanco e implican un daño medioambiental. O los problemas con la apertura del Sky bar del Bernabéu, que vio cómo el primer grupo inversor que se iba a hacer cargo de su explotación lo traspasó a un segundo, y aun así sigue sin abrirse este espacio VIP del estadio que en las altas esferas del club consideran “la joya de la corona del estadio” a nivel empresarial.
Todo esto ha provocado un cambio de paradigma en el Real Madrid, donde ahora se buscan fuentes de ingreso en cualquier área. Por ejemplo en la deportiva, donde Carlo Ancelotti ya ha recibido el mensaje de que la plaga de lesiones de la plantilla se solventará tirando de la cantera y “buscando oportunidades en el mercado”. No hay previsto ningún desembolso notable en enero, pero tampoco se abrirá la puerta, entre esas “oportunidades” a Sergio Ramos. Así que hasta junio no habría fichajes estructurales.
Vinicius, en el mercado
Pero la cosa va más allá. Carlo Ancelotti ya advirtió en verano que le sobraban delanteros en el once con la llegada de Mbappé y Endrick. Y el entorno de Florentino Pérez, en el que ha cobrado mucho protagonismo en los últimos tiempos la figura de su hijo Chivo, tanto en los negocios empresariales como en la gestión del Real Madrid, lleva tiempo insistiendo al presidente en que Vinicius es el jugador que debe salir. Por el ruido extradeportivo que genera y por el poder que está cogiendo el lobby brasileño, del que es el líder, dentro del vestuario.
Una teoría que ha ganado peso tras la aparición de la oferta de Arabia Saudí por hacerse con los servicios del futbolista, cuyo representante, Frederico Pena, se reunió en Londres con los enviados del gobierno saudí para conocer los términos de la oferta. Vinicius cobraría 200 millones de ficha anual por cada una de las cinco temporadas que firmase y además se añadirían unos emolumentos por ser nombrado embajador de fútbol del país saudí.
Conocidas las cifras, el agente del jugador emplazó a los saudíes a llamar a la puerta del Real Madrid, cosa que hicieron encontrando por respuesta el pago de la cláusula de rescisión, que asciende a 1.000 millones de euros. Resta añadir que al club no le hizo ninguna gracia el encuentro entre Pena y los emisarios del Golfo Pérsico. Y desde entonces todos los movimientos de Vinicius están cargados de intencionalidad.
Pese a la negativa inicial de Florentino, su entorno le sigue insistiendo para que valore la posibilidad de negociar la venta del brasileño a Arabia Saudí por una cifra que se convertiría en el traspaso más caro de la historia del fútbol. Cifra que superaría los 500 millones de euros y que se encargarían de que se vendiera desde los medios afines al club, los mismos que adelantaron el Balón de Oro de Vinicius, como «una venta estratégica» del Real Madrid. Ese ingreso de dinero permitiría a Florentino cubrir parte del ingreso de explotación del estadio que no está entrando y daría un respiro a unas arcas que están asfixiadas por el sobrecoste de la remodelación del Bernabéu.
Sin embargo, Vinicius, que es consciente de esta corriente de opinión en las altas esferas del club, ha decidido echar un pulso a los asesores de Florentino. Eso explica sus recientes declaraciones, advirtiendo que se quiere quedar en el Real Madrid “para siempre” y también el significativo gesto que tuvo el pasado sábado en el Bernabéu tras marcar ante Osasuna al irse a abrazar a Ancelotti. El italiano, que le agradeció el gesto colgando un post en el que se leía ‘Vini, te quiero’ en sus redes sociales, es otro de los cuestionados por el ‘fuego amigo’ del club, ese que revolotea alrededor de Florentino y le invita a vender a Vinicius.
Así que el brasileño quiso mostrar públicamente que el vestuario y él, como principal figura del mismo, apoyan a Carletto en contra de lo que se habla en los pasillos de las oficinas de Valdebebas. El brasileño, al que le gustó lo que escuchaba de los saudíes, parece tener una estrategia clara que busca que sea el Real Madrid quien me abra la puerta. La pelota está en el tejado del presidente. Las apreturas económicas y las conspiraciones palaciegas del Bernabéu empujan a Vinicius camino de la puerta de salida.