Derrota, roja a Amallah y lesión de Gayà. El peaje del Valencia-Real Sociedad puede ser muy grande para un equipo que ya está habitualmente cogido con pinzas y que se enfrentó a una Real repleta de rotaciones y sin Zubimendi, Brais ni Kubo en el once titular. Imanol pensó en el derbi contra el Athletic y eso se vio el arranque de un partido en el que el Valencia se hizo el harakiri. Primero regalando espacios en un gol muy evitable, después con una roja que podía ahorrarse Amallah y por último con unas lesiones que habrá que ver en qué quedan. Especialmente la del capitán de Pedreguer. Toca ya pensar en el Betis, que tendrá un día menos de descanso.
El once de la Real Sociedad no invitaba al optimismo pero ver a Brais, Kubo, Zubimendi en el banquillo sí permitían estar algo menos nerviosos. Y los primeros minutos del Valencia CF demostraban que el guión de partido estaba claro. Presión alta, tratar de obligar a Remiro a jugar en largo y ocasiones rápidas antes de que el cuadro donostiarra se reorganizara rápido. Con esa teoría, las primeras ocasiones no tardaron en llegar y Amallah, novedad en el once, estaba cerca de hacer el primero como jugador del cuadro de Rubén Baraja. Era un aviso. Minutos después un balón largo peinado por Hugo Duro dejaba solo a Diego López, en fuera de juego, pero evidenciaba que el cuadro del Pipo no se sentía del todo incómodo.
Sin embargo, el Valencia es especialista en dispararse al pie y en generarse problemas él solito. En una falta lejana, sin aparente peligro, y en la que la Real tampoco podía hacer demasiado, un balón largo de Tierney para Carlos Fernández provocó que el delantero edl cuadro vasco hiciera el primero de la noche. Tan fácil como recibir, girar, dejar sin cadera a Diakhaby y batir a Mamardashvili, que poco pudo hacer. Desde ese momento hasta el final de la primera parte todo salió mal. Tanto que el que había sido el mejor de la noche hasta el momento, Amallah, se autoexpulsó tras ver dos amarillas claras. La primera de ellas por una plancha por detrás sin intención pero que sí es amarilla y la segunda por soltar el brazo en un salto, algo que le había sucedido a un jugador de la Real unos minutos antes.