Ser valenciana implica el llevar toda la vida escuchando a tus mayores decir: «ojalá llueva que hace mucha falta». Pero desde hace 15 días, desde la tarde del 29 de octubre, los valencianos, sobre todo los de L’Horta Sud, viven con miedo al agua. El tsunami provocado por la DANA la tarde noche de ese martes no solo ha dejado más de 200 fallecidos y miles de millones en pérdidas, sino que ha instaurado el terror a la lluvia en lo más hondo de cada uno de nosotros. A ese pavor hay que sumar la incertidumbre que nos genera el saber que tenemos el alcantarillado lleno de lodo. Estos días los camiones trabajan a destajo desatascándolo, pero los ciudadanos de la zona 0 no las tienen todas con ellos. Las mentiras constantes del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, hacen que quienes le han escuchado este martes decir: «Estamos trabajando muy rápido» se hayan echado las manos a la cabeza. Los alcaldes dejan en evidencia a Mazón Ante la inoperancia manifiesta del Consell, han sido los propios alcaldes los que han tomado medidas ante la nueva DANA que se nos viene encima. Varias localidades han suspendido las clases y han enviado mensajes a sus ciudadanos avisando para que este miércoles y jueves no salgan de casa. También han avisado a los voluntarios, a los que les han pedido que por favor no vayan a ayudar. En municipios como Algemesí han recomendado poner diques en las puertas de las casas, que los vecinos han construido a toda prisa con labrillos. Y es que llueve sobre mojado. Mazón vende una gestión inexistente, como ya hiciera cuando dijo que creaba un grupo de respuesta rápida CINCO días después de la DANA, que hay que tener valor para llamar a ese grupo de respuesta rápida. Este martes, mientras caminaba por Benetússer, veía cómo los vecinos miraban los camiones de desatasco con ansiedad. Todos querían que fueran a sus calles, pero los medios humanos son los que son, y aunque trabajen a destajo es imposible que lleguen a todas las calles. Nadie sabe qué ocurrirá a partir de esta noche, pero el miedo sobrevuela cada rincón de cada calle de cada municipio afectado. Y mientras el miedo se instala más hondo, más profundamente si cabe, el cabreo se incrementa de forma exponencial. No solo llueve agua, también mentiras El periódico Levante-EMV publicaba que Emergencias de la Generalitat se planteó confinar a los ciudadanos dos horas antes de enviar la alerta. Una alerta que llegó cuando en Paiporta o Benetússer los ciudadanos ya se habían ahogado debajo de más de dos metros de agua y lodo. Una decisión que hubiera salvado muchísimas vidas y que, por otro lado, evidencia que los responsable del Gobierno valenciano eran plenamente conscientes del peligro que sobrevolaba L’Horta Sud. No hicieron nada. Como no han hecho nada después. Y como siempre, Carlos Mazón se ha negado a contestar a los periodistas que le han preguntado más de diez veces seguidas por…

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