- Un nivel de alerta recurrente: más del 40% del total
- Un mecanismo que diferencie entre los temporales más peligrosos
- La alerta de la Comunidad de Madrid
- La AEMET señala la responsabilidad de los gobiernos
- Una decisión temporal
La Agencia Española de Meteorología no se plantea crear un nivel de alerta más para advertir temporales como la DANA que ha destrozado decenas de municipios en la provincia de Valencia, dejando 215 muertos. Fuentes de la AEMET matizan a Confidencial Digital que descartan esta posibilidad “por ahora”, y apuestan por los baremos ya establecidos, que advirtieron de riesgo “extremo” el pasado martes en distintos municipios de la Comunidad Valenciana.
El organismo tiene cuatro niveles de riesgo: verde, amarillo, naranja y rojo, siendo este último el más grave. Sin embargo, no se trata de una advertencia excepcional: en lo que va de año, la Agencia ha emitido 20 alertas rojas por lluvias en todo el país, como revela el recuento oficial al que ha tenido acceso ECD.
Un nivel de alerta recurrente: más del 40% del total
Los datos recogidos de la AEMET, adelantados por este digital, reflejan que poco más del 40% de los avisos enviados en 2024 han sido alertas rojas. La AEMET lanza este aviso ante fenómenos meteorológicos “no habituales, de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población muy alto”. La recomendación en este caso es tomar “medidas preventivas” y seguir las indicaciones de las autoridades. “No viajar, salvo que sea estrictamente necesario”, recuerdan desde la Agencia.
Un mecanismo que diferencie entre los temporales más peligrosos
Estas cifras evidencian que no se trata de una alarma excepcional, sino más bien recurrente. De ahí que se abra la duda de si sería necesario crear un nivel más para alertar con la mayor vehemencia posible. En otras ocasiones de alerta roja, los estragos han sido mínimos comparados con la catástrofe climática que sacudió Valencia en la madrugada del 30 de octubre.
La alerta de la Comunidad de Madrid
Un ejemplo fue el temporal de septiembre del año pasado que llevó a la Comunidad de Madrid a enviar una notificación de máximo peligro a todos los móviles ubicados en las zonas de riesgo de la región. Pese a la alerta y la lluvia, los daños fueron solo materiales y reducidos a pocas zonas del territorio.
Entonces, representantes políticos criticaron la alarma e incluso Vox pidió su prohibición. Aquella experiencia influenció en el actual presidente valenciano, Carlos Mazón, para retrasar el aviso por la gota fría, como informó ECD.
La AEMET señala la responsabilidad de los gobiernos
Las razones que llevan al organismo a no modificar los niveles de alerta es clara: es responsabilidad de los gobiernos determinar cuán grave puede llegar a resultar un aviso. La Agencia asegura que su competencia se limita a advertir de las condiciones climatológicas y los fenómenos adversos, lanzando también recomendaciones a la ciudadanía, pero no evaluar al detalle cuál es el riesgo exacto para cada población.
“Los sistemas de observación y seguimiento de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y de las confederaciones hidrográficas permiten hacer predicciones, pero son las autoridades competentes en materia de protección civil las responsables de evaluar las afecciones sobre la población y el entorno, de emitir los avisos que correspondan y de adoptar las medidas de protección más adecuadas en cada caso”, afirman.
La Agencia asegura que un evento meteorológico tiene distinto impacto si se produce en una zona sin población o en territorios pegados al cauce de un río, unas estimaciones que deben hacer las autoridades políticas. “Una nevada o una tormenta no representa el mismo riesgo en una zona de alta montaña o en el centro de un área metropolitana. Aunque los avisos meteorológicos sean el mismo, las medidas adoptadas por protección civil serán diferentes”, concluyen.
Una decisión temporal
El organismo, sin embargo, apunta que se trata de una decisión temporal. “Por ahora no lo contemplamos”, afirman fuentes de la AEMET, pero no rechazan estudiarlo en las próximas semanas.
