El Consell de Mallorca está trabajando en identificar todos los puntos de riesgo de inundación en las carreteras de la isla al presentar una ubicación cercana a los torrentes. En algunos de los que ya se tienen identificados ha trabajado también el ingeniero de caminos, canales y puertos Alejandro Asensi, también secretario del colegio oficial de estos profesionales en Baleares.
Asensi alerta de que una de las carreteras en riesgo de inundación en la isla es la de Campos a la Colònia de Sant Jordi, «hay un torrente que secciona la carretera».
«También hay un tramo en la antigua carretera Palma–Inca, a la altura de Santa Maria. Por allí pasa el Torrent de Coanegra. En este tramo se tuvo que actuar con la DANA del día 1 de noviembre», explica.
«En Palma, hay que estar pendientes de las vías que están cerca del Torrent de na Bàrbara y Torrent Gros», señala. «Na Bàrbara pasa por un lateral del Polígono Son Castelló y tiene la desembocadura en el Portitxol. Pasa por la calle Aragón y por debajo de la Vía de Cintura», indica. «Si se desbordara, la calle Aragón sería un desastre. Afectaría mucho al barrio de Son Fortesa», advierte. «Sa Riera está encauzada y tiene más pendiente, es un torrente menos peligroso», indica. «El Torrent Gros desemboca en Ciutat Jardí y pasa por debajo de la autovía que va al aeropuerto, así que podría inundar esa carretera», agrega.
«A nivel urbano, para mitigar los efectos de las inundaciones, lo que también se construyen son tanques de tormentas, Emaya hizo uno en Palma. Todas las grandes ciudades tienen».
La gran obra en Mallorca que está pendiente de ejecución es la que desviará el Torrent de ses Planes del pueblo de Sant Llorenç y que fue el que provocó la torrentada mortal en 2018. «En Manacor ya se hizo esto mismo. El proyecto de Sant Llorenç se licitó en agosto, pero entre la redacción, la tramitación ambiental y la licitación de las obras se tarda entre tres o cuatro años», critica Asensi. «Creo que empezaremos a ver las obras a partir de 2026».
«Algunos de estos puntos inundables en las carreteras son complicados de arreglar y solucionar», advierte, «pues están sobre todo en la red secundaria. Son carreteras estrechas, hay que levantar la rasante, por lo que la propia obra conllevaría expropiaciones», asegura Asensi. «Se trataría de subir la carretera en los puntos más bajos y pasar tubos para desaguar la lluvia», indica.
Para llevar a cabo todas estas obras e intervenciones, habría que conseguir financiación del Estado, indica el ingeniero, y hacer obras adecuadas a los volúmenes de agua. «Es importante tener en cuenta que ya no llueve como antes, por lo que seguramente las fórmulas que aplicamos los ingenieros en nuestras obras se han quedado obsoletas», reflexiona. «Hay que redimensionar todo esto. Por ejemplo, todos los puentes de las carreteras se dimensionan con un periodo de retorno de la precipitación de 500 años. Esto significa que tienes un 5% de probabilidad de que esa máxima precipitación te caiga en los siguientes 500 años», indica. «Piensa que esta DANA se ha llevado puentes dimensionados con esta probabilidad. Igual habría que tomar como medida mil años en lugar de 500. Lo que quiero decir es que habría que dimensionarlos con una precipitación mayor», aclara. «También hay que tener en cuenta que las gotas frías se están produciendo cada muchos menos años que antes y se van a ir repitiendo mucho más», comenta.
«Una de las reflexiones que nos deja la DANA es que las infraestructuras se han quedado obsoletas ante el cambio climático. Ahora hay que identificar los puntos de estas infraestructuras que corren más riesgo y hacer las expropiaciones que serán necesarias para ejecutar obras de subsanación. Para llevar esto a cabo hay que ser valiente por una parte. Y por otra, necesitamos recursos, financiación y estudios serios para poder hacer las infraestructuras no tan justitas y más grandes porque es necesario», indica.
Para el ingeniero de caminos es muy importante que la red principal de carreteras no tenga puntos de riesgo. «Hay que vigilar mucho los puntos de cruce de la Vía de Cintura, como la conexión con el aeropuerto, la autovía de Ponent o la autopista hacia Inca».
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