La DGT tiene varios mecanismos de control de los conductores con el objetivo de reducir a cero el número de víctimas mortales. Hay controles de alcoholemia y drogas, agentes de la autoridad patrullando y haciendo valer las normas de tráfico y uno de los mecanismos más famosos es el radar.
Hay de muchos tipos. Están los fijos, los móviles, los coches radar, los camuflados, los de tramo y hasta los que detectan si te has saltado un stop en la vía.
Y en el cielo de toda España hay otro que está vigilando las carreteras de manera constante (siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan) que es el helicóptero Pegasus.
Lleva sobrevolando los cielos desde 2007 y es capaz, gracias a su potente sistema, de captar a infractores a alturas que van desde los 300 metros hasta el kilómetro.
Así funciona
El helicóptero se sitúa encima del vehículo que cree que está circulando a una velocidad notablemente superior a la máxima permitida por la vía, calcula sus coordenadas y el radar pone en marcha su telemetro láser que calcula la distancia entre el vehículo y el helicóptero.
Gracias a ello, cada tres segundos es capaz de calcular a qué velocidad se circula y toma tres medidas. Con ellas saca una media y, si hay multa, se envía al conductor de forma telemática.
¿Pero puede multar por la noche?
La respuesta es que no, ya que no tiene tecnología infrarroja. Sí que puede estar patrullando por el cielo, pero no es capaz de multar, ya que solo puede realizar labores de vigilancia y, de paso, de disuasión, ya que si un conductor se da cuenta de su presencia es muy probable que baje la velocidad, por lo que puede ser muy útil en zonas especialmente complicadas para la circulación.