Con apenas 12 años, Álvaro, Eric, Hugo y Pablo han cambiado el balón de fútbol por la escoba y la pala. «No nos queda otra», afirman. La tragedia les ha hecho madurar de repente y a pesar de su corta edad, este grupo de niños de Massanassa colabora sin descanso para ayudar a regenerar su pueblo, a pesar de que han visto escenas muy duras que no olvidarán en su vida.

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