El mundo aguarda en vilo el veredicto de las elecciones presidenciales de Estados Unidos ante los efectos que puedan tener los resultados del duelo entre Kamala Harris y Donald Trump. El sistema electoral de EEUU es mayoritario: cada estado adjudica un número distinto de escaños (votos electorales) que se lleva íntegramente el candidato más votado, aunque sea por una sola papeleta de diferencia sobre su rival. Como se reparten en total 538 compromisarios (el llamado Colegio Electoral), gana las elecciones aquel que consiga 270. Todo indica que la victoria se dilucidará por un puñado de votos en los siete estados en disputa: Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.

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