No está todo perdido, pero el camino que queda no será de rosas. El Girona salió derrotado de su visita al campo del PSV y con la sensación de que todavía le faltan muchas lecciones por aprender si quiere competir ante los grandes equipos del fútbol europeo. Los de Míchel fueron una presa fácil y, con poco, el vigente campeón de la Eredivisie se salió con la suya.
Un 2-0 en el marcador a la media parte fue la prueba suficiente de la superioridad del conjunto de Eindhoven. Los neerlandeses se lo pasaron pipa con los blanquirrojos, que, además, cometieron el error de quedarse con uno menos por la expulsión de Arnau en el minuto 55. El 4-0 definitivo no llegó hasta el tramo final y porque el árbitro Michael Oliver le anuló uno antes a Saibari.
Romário, Ronaldo, Van Nistelrooy… Poca broma. Las imágenes de las leyendas del PSV que aparecieron en las pantallas del Philips Stadion minutos antes del inicio del partido no estaban elegidas por casualidad. Mientras Míchel las miraba, le vino un sudor frío. «Madre mía», debió pensar…
Recuerdo por la DANA de Valencia
Se había iniciado la cuenta atrás para salir al terreno de juego y empezar a escribir la cuarta página de la historia en la Champions, y en Europa. No sin antes protagonizar un emotivo minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la DANA en Valencia. La tragedia ha traspasado fronteras y los neerlandeses fueron partícipes de ello.
Intimidar el líder de la Eredivisie era una tarea realmente complicada. Sobre todo en su casa, donde el PSV no pierde desde el 12 de noviembre de 2022. Hará dos años. Pero el Girona, a priori, no tenía manías. Debutó Selvi, un chico de 19 años, en la Liga de de Campeones y siendo titular.
Como dijo Míchel: «Tenemos muy poco a perder y mucho a ganar«. Los gerundenses pusieron en un compromiso a Walter Benítez en más de una ocasión. El portero se tuvo que estirar para dejar sin efecto un cabezazo de Yangel Herrera y se mostró hábil para sacar una doble ocasión con un chut de Krejci desde la frontal y el remate de Miovski cuando Van de Beek descolgó la pelota. El centrocampista neerlandés, por cierto, tiene pocos amigos en Eindhoven, al igual que Blind, por su pasado en el Ajax.
Había avisado el PSV unas cuantas veces rondando el área gerundense, y cuando creyó que ya había bastante, no perdonó más. Trató a los de Míchel como un juguete.
Flamingo se entregó a la grada del Philips Stadion, después de imponerse a la defensa y poner al equipo de Peter Bosz por delante en una acción que continúa generando polémica, porque vino precedida de un saque de banda que rozó la ilegalidad. Tampoco encontraría oposición Tillman, que entró solo desde la banda hasta plantarse ante la portería de Gazzaniga y superarlo.
Arnau, expulsado con 2 amarillas
Los de Míchel no estaban ganando ningún duelo. Y al técnico no le gustaba nada lo que veía, aunque tampoco es que pudiera hacer gran cosa teniendo en cuenta el despoblado banquillo que tenía detrás. A punto estuvo el PSV de tomar el 3-0 tras un disparo de Luuk de Jong con la izquierda que acabó con la pelota estrellándose en el palo. Por suerte, el balón le llegó por abajo y no por arriba.
No estaba siendo nada fácil salir de la presión del PSV. Y las pocas veces que se conseguía, ningún futbolista estaba acertado. Arnau lo tuvo cerca. El lateral volvería a ser protagonista en la siguiente acción, pero no en el buen sentido. Habiendo visto una amarilla en la primera parte, Arnau cometió una falta clara sobre Lang y el Girona se quedó con diez. Si quedaba una mínima esperanza, desapareció en aquel preciso momento.
Había que procurar salvar el ‘goal average’. Lo mismo pensó el PSV, que, permitiéndose el lujo de bajar revoluciones, vio cómo aumentaba el marcador con dos goles más. Uno de Bakayoko y el otro de Krejci en propia puerta. Podría haber sido un 5-0 si el colegiado no hubiera anulado la diana de Saibari por un pisotón al central checo. Ahí es nada.