Una de las grandes imágenes previstas para la presente temporada de la NBA era ver en cancha a LeBron James, estrella de Los Angeles Lakers, junto a su hijo ‘Bronny’, elegido por la franquicia angelina en el pasado draft, en la 55ª posición, tras haber disputado un único año en la Universidad del Sur de California (USC).
Tras concurrir en algunos encuentros de la pretemporada, la escena se hizo realidad el pasado 23 de octubre, cuando ambos coincidieron en pista en la victoria ante los Minnesota Timberwolves por 110 -103.
Antes de arrancar de manera oficial la temporada, en sus primeros partidos con los Lakers, a ‘Bronny’ se le vio excesivamente verde, con poca consistencia en su tiro, firmando actuaciones bastante discretas, si bien es cierto que la prensa vertió sobre él críticas bastante feroces e injustas solo por ser hijo de quien es. A día de hoy, ‘Bronny’ tiene mucho trabajo por delante para establecerse en la liga.
En su vigesimosegunda temporada en la NBA, LeBron, que en diciembre cumplirá 40 años, sigue dejando muy claro que su final todavía está lejano. No se intuye el ocaso propio de la edad, en un jugador que está en 22,2 puntos, 6,7 rebotes y 7,2 asistencias por encuentro. Los Lakers no se encuentran en la terna de franquicias favoritas para hacerse con el anillo, pero el ‘Rey’ sigue siendo uno de los grandes jugadores de la liga.
Los minutos de ‘Bronny’ con los Lakers
En cuanto a su primogénito, la realidad hasta el momento en la NBA está siendo dura. Hasta el momento, ‘Bronny’ James ha disputado tres partidos con los Lakers, jugando tan solo un total de ocho minutos y cuatro segundos, repartidos en 2′ 41″ ante los Minnesota Timberwolves, 5′ 16″ ante los Cleveland Cavaliers, y los siete segundos en los que saltó a cancha para medirse a los Toronto Raptors.
Ha anotado una canasta
Poco hay que esperar en cuanto a rendimiento tras esos tres ‘ratos’, en los que ‘Bronny’ tan solo ha sido capaz de anotar una canasta de dos puntos, ante los ‘Cavs’. Aquel día, repartió dos asistencias, y cuenta también con un rebote capturado ante los ‘Wolves’. Su padre, en cambio, está jugando 34 minutos de media por encuentro, una auténtica ‘barbaridad’ tomando como precedentes a otros jugadores que alargaron su carrera hasta los 40 años.
Quedará por ver, una vez cumplida la voluntad y el sueño de LeBron, de jugar con su hijo, que ocurre con ‘Bronny’. El sentido común pide bajar un escalón para contar con más oportunidades en el equipo de la liga de desarrollo, algo más alejado de los focos de su actual realidad. Pero en la tierra de Hollywood, todo es posible y nada es previsible.