A las nueve de la noche del sábado, la Policía Nacional ya había identificado a 67 personas fallecidas como consecuencia de la DANA que azotó el martes pasado el sur y el este de la provincia de Valencia, según fuentes del TSJCV, pero esa cifra ha seguido creciendo durante el domingo, hasta situarse casi en la mitad de los 188 cuerpos levantados en las distintas zonas cero de la catástrofe humanitaria generada por la riada.
Aunque nadie ha salido a explicarlo, existe un baile de cifras evidente entre las facilitadas por el TSJCV a partir del balance diario del Centro Integrado de Datos (CID), el único que realmente está trabajando con las personas fallecidas en esta tragedia, y las que aporta el Cecopi de la Generalitat Valenciana. El CID mantiene que el sábado por la noche había 188 levantamientos de cadáveres, mientras que el Cecopi mantiene que son 210 las víctimas mortales de la DANA.
En cualquier caso, el número de autopsias practicadas por los más de cien forenses que están trabajando sin descanso en el Instituto de Medicina Legal de Valencia, habían realizado el sábado por la noche 183 autopsias, es decir, prácticamente habían examinado todos los cuerpos levantados.
En cuanto al número de féretros entregados ya a las familias, el TSJCV afirma que hasta la noche del sábado eran una veintena, cifra que ha crecido a lo largo de este domingo.
El número de fallecidos se incrementó de manera muy rápida durante los tres primeros días, porque los equipos de búsqueda accedieron a los cuerpos que estaban más accesibles: dentro de vehículos atrapados, en carreteras y riberas de los barrancos desbordados o en las calles. La cifra se ralentizó a partir del viernes y se estabilizó después.
Información oficial escasa y lenta
Pero, en vez de suponer motivo de alegría, lo que ha generado ese dato es una ola de críticas negacionistase insultos en las redes, tildando de mentirosos y encubridores a los medios de comunicación y de falsarios y oscurantistas a los organismos que facilitan la información. Pero la realidad es que la cifra se mantiene estable, a la espera de la inspección de garajes, tanto particulares como públicos, tal como viene explicando Levante-EMV.
Al margen de los bulos que intentan crear el caos, hay una circunstancia que está alimentando esas falsas noticias: la ausencia de una informción clara y diaria, con datos sobre las víctimas, ya que a estas alturas nadie conoce ni la cifra de denuncias por desaparición contrastadas por la Policía y la Guardia Civil, ni las edades, el género o la procedencia de las víctimas mortales. Una ausencia que es el alimento perfecto para la especulación y la desinformación.
Por fortuna, un ministro, el de Transportes, Óscar Puente, dio ayer el paso para poner freno a esa ola de mensajes escritos y audios completamente falsos. Lo hizo a través de sus redes sociales donde explicó que, frente al «elevado número de especulaciones/desinformación», había decidido explicar por qué el número de fallecidos «se ha incrementado poco en las últimas 48 horas».
Así, escribió que este estancamiento de la cifra responde a que en «superficie, en las zonas más accesibles, que es donde se está realizando el grueso de las labores, no aparecen más». «¿Significa eso que no hay más personas fallecidas? No», se respondió a sí mismo, añadiendo que quedan «bajos o garajes, sótanos y parkings anegados que hay que despejar y es previsible que en esos espacios pueda haber personas fallecidas».
«¿Cuántas?», volvió a preguntar respondiéndose a sí mismo: «Se desconoce». «Por tanto», agregó, «toda especulación al respecto es eso, pura especulación». «Se ha hablado de parkings de centros comerciales, etc dando posibles cifras de fallecidos en ellos y apoyándose en rumores o especulaciones que no son ciertas», indicó Puente que agregó que a día de hoy «no se sabe lo que puede encontrarse en esos espacios». «Por tanto quienes aseguran que saben ya el resultado simplemente especulan», ha remarcado.
Puente aclaró que «no tiene el menor sentido ocultar cifras de fallecidos a la opinión pública» e insiste en que se comunica «lo que se sabe». «La muerte de personas es algo lo suficientemente serio como para no especular con ello», advirtió.
