- De la ciencia a las artes marciales
- Su ascenso a la fama
- Diversificación y redescubrimiento
- Un envejecimiento saludable
- Más allá de la pantalla
Dolph Lundgren es una de las personalidades más representativas del cine de acción de las décadas de los 80 y 90, reconocido por su desempeño en personajes de gran robustez física. Nacido el 3 de noviembre de 1957 en Estocolmo, Suecia, Lundgren inició su existencia en un entorno muy distinto al de las cintas que finalmente lo llevarían a la fama. Su progreso físico, laboral y personal ha sido destacado, desde un joven científico prometedor hasta convertirse en uno de los emblemas más perdurables del cine de acción.
De la ciencia a las artes marciales
Previo a su debut en Hollywood, Lundgren no parecía predestinado a transformarse en un ídolo del cine de acción. Era un joven académico y meticuloso que consiguió una beca para cursar sus estudios en ingeniería química en la Universidad de Washington, en Seattle. Finalmente, consiguió su graduación en la Real Universidad de Tecnología de Estocolmo y obtuvo una beca Fulbright para realizar un máster en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), uno de los más reconocidos a nivel global.
No obstante, durante sus años de formación, el interés de Lundgren en las artes marciales empezó a incrementarse. Dedicaba su tiempo al karate Kyokushin, obteniendo el cinturón negro y múltiples campeonatos europeos. Este don en las artes marciales, unido a su imponente estatura (mide 1.96 metros), le permitió emprender una nueva trayectoria.
Su ascenso a la fama
El auge de Lundgren se produjo en 1985 con su rol en Rocky IV, donde encarnaba al peleador ruso Ivan Drago, el adversario de Sylvester Stallone. Fue su debut sobresaliente en Hollywood, y la representación de un Lundgren robusto, frío e inflexible quedó inmortalizada en la memoria de los espectadores. Su metamorfosis física para el papel fue impresionante, mostrando un físico sólido y claramente definido que se transformó en uno de los más emblemáticos de aquel período.
Con su apariencia imponente y un físico que parecía privilegiado, Lundgren empezó a ser retratado como el malo extranjero, y en los años posteriores, fue el personaje principal de una serie de películas de acción siguiendo esta misma temática. Dentro de sus obras más reconocidas de este período se incluyen Masters of the Universe (1987), en la que interpretó a He-Man, y Red Scorpion (1988). Estos roles fortalecieron su posición como uno de los protagonistas más identificables de las décadas de los 80 y 90.
Diversificación y redescubrimiento
Con el transcurso del tiempo, la fama del género de acción empezó a disminuir, y Lundgren observó cómo su trayectoria en Hollywood se desvanecía durante los años 2000. No obstante, optó por ampliar sus perspectivas y se enfocó en la producción, dirección y papeles principales de sus propias películas de acción de bajo presupuesto, preservando así su reputación en el género.
Pese a su reducida aparición en el cine de gran envergadura, Lundgren halló una segunda oportunidad en 2010 con la saga The Expendables, bajo la dirección de Sylvester Stallone, su ex compañero de la película Rocky IV. The Expendables revitalizó su trayectoria y lo presentó a una generación renovada de seguidores. En esta función, demostró no solo su destreza para actuar, sino también un sentido del humor que aportó un matiz refrescante a su personaje.
Un envejecimiento saludable
Con el paso del tiempo, Dolph Lundgren ha logrado ajustarse al proceso natural del envejecimiento. A pesar de que ya no conserva la fuerza muscular intensa de su juventud, continúa exhibiendo una figura atlética y admirable. Ha instaurado un programa de actividad física más balanceado y menos agotador, enfocado en la movilidad, el entrenamiento de pesas y las artes marciales. Adicionalmente, se ha centrado en mantener una alimentación saludable y en la recuperación, aspectos que en su juventud no percibía como tan relevantes.
Lundgren ha discutido en múltiples entrevistas acerca de sus lesiones y dificultades de salud, en particular las originadas por sus años de formación y las demandas físicas de sus funciones. Su metamorfosis ha evolucionado de ser un joven eternizado en roles de antagonista musculoso a la de un hombre maduro que valora su salud y longevidad.
Más allá de la pantalla
Hoy en día, Lundgren ha empleado su plataforma para discutir asuntos relacionados con la salud y el bienestar. En 2023, en una entrevista, confesó que había batallado contra un cáncer durante varios años. A pesar de que esto causó un impacto para sus seguidores, evidenció su fortaleza al relatar su lucha y su dedicación a mantenerse sólido.