Un despiste policial producto del estrés va a condenar al Ayuntamiento de Benidorm a pagar a un vecino de la localidad 800 euros, el dinero que le costó su patinete y que todavía está pagando mensualmente. El vehículo eléctrico, que fue confiscado por la policía al tratarse de un modelo que supera el límite de velocidad permitido, ha desaparecido tras un error del policía local encargado del caso, un despiste que atribuye al estrés que sufría en ese momento en pleno servicio.

El agente incautó el patinete para, posteriormente, llevarlo al depósito municipal de Benidorm donde podía ser recogido por su dueño previa modificación de la velocidad realizada por un técnico. Sin embargo, el vehículo fue olvidado en la calle por el policía y no llevado al recinto de grúas pese a que el acta de entrada al depósito ya se había realizado.

Todo sucedió en torno a las 9.15 del lunes 25 de agosto. El vecino de Benidorm damnificado circulaba por la avenida Villajoyosa y Armada Española, con sentido al centro de la ciudad, cuando fue parado por una dotación policial motorista en la confluencia con la avenida Vicente Llorca Alós. En ese momento, uno de los agentes le solicitó que se detuviera y que le mostrara su documentación.

Una vez registrada la identidad del vecino, el agente prosiguió demandando el seguro del patín que conducía. Pese a que no hay una ley estatal que regule la necesidad de tener un seguro para los usuarios que utilizan patinete eléctrico, Benidorm tiene en vigor una ordenanza que obliga a los usuarios de este tipo de Vehículos de Movilidad Personal (VMP) a ir con casco y tener un seguro de responsabilidad civil.

El agente confirmó que el usuario disponía de dicho seguro y le dio el visto bueno, pasándole el testigo a un compañero que buscó en internet el modelo del VMP para saber exactamente la potencia nominal de dicho vehículo. La información encontrada motivó la retirada del patín al ser un modelo que podía superar los límites de velocidad marcados por ley. Este tipo de vehículos dotados de una única plaza e impulsados exclusivamente por motores eléctricos tienen marcada una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h.

La velocidad registrada en internet de ese modelo de patinete marca un máximo de 35 km/h, pese a que en la factura de compra se indicaba una potencia exacta del motor que no se correspondía con lo encontrado en línea. En el transcurso de decisiones, los agentes priorizaron la información recabada en internet, denunciando al usuario por desplazarse por Benidorm en un vehículo con una potencia de motor superior a la permitida, y confiscando el mismo para su posterior depósito en el recinto municipal de grúa.

Otro agente del grupo de policías locales que estaban en acto de servicio en ese instante confirmó al damnificado que podría pasarse por el depósito una hora después de la retirada del VMP con la ayuda de otro vehículo, puesto que no podía, al parecer, sacar circulando el patinete debido a la potencia registrada en la denuncia.

Tras pagar las tasas y la denuncia interpuesta por la Policía Local, que ascendían a 127€, el vecino se personó en el recinto municipal de grúas en coche, con la intención de retirar el patín confiscado. Sin embargo, el trabajador del depósito, tras buscar el número de registro, advirtió al usuario que el vehículo no se encontraba en esas dependencias pese a que su depósito sí constaba en acta.

Tras tres horas realizando gestiones en la búsqueda del mismo, y tras comprobar que el VMP incautado no aparecía por ningún lado, se personaron en las dependencias policiales para notificar lo sucedido, siendo informados por un oficial que dicho patín había sido sustraído del lugar de la intervención cuando se encontraba bajo custodia policial. Ante tales hechos, el vecino damnificado reclama que se le abone el importe del valor del vehículo contemplado en la factura así como el importe de la denuncia pagada por entender que no procede la misma.

Perspectiva policial

El policía local que confiscó el vehículo ha confirmado los datos aportados por el usuario, advirtiendo de la incautación del VMP a causa del velocímetro del aparato, que marca máximo de velocidad en 35 km/h. Además, añade que dicho patinete, marca Smartgyro Crossover Dual, iba a ser depositado en el recinto muncipal de grúa hasta que un técnico limitara su velocidad. Una vez confeccionado el acto de depósito, se dejó a la espera de que la furgoneta del recinto procediera a su retirada.

Finalmente, el agente pactó con el suegro del damnificado, que conducía el turismo con el que iba a ser transportado el VMP, la reparación voluntaria para limitar la velocidad del patinete eléctrico a un taller de su confianza. Sin embargo, al finalizar el control al resto de usuarios, sobre las 10.00 de la mañana, el policía alega que el ajetreo y el estrés que vivió en ese momento le hizo olvidarse del VMP incautado en plena calle, estacionado en el lugar donde se estaban realizando las retenciones.

Además, comenta que sobre las 12.00 horas recibió una llamada telefónica del depósito municipal de grúas para verificar la entrega al propietario del VMP y que ya no tuvo ninguna información más hasta las 14.00 horas, momento en el que el titular, nervioso, se puso en contacto con él al no encontrar el patinete eléctrico en el depósito municipal. El vehículo quedó olvidado en la calle una vez fue confiscado por el agente, habiendo sido sustraido por una tercera persona al encontrarse en plena calle sin protección, según ha alegado el propio policía local.

El portavoz de la Policía Local de Benidorm, Enrique Tortosa, reconoce que lo sucedido «es una negligencia» por parte de su compañero, pese a que confirma que el índice de estrés al que se enfrenta la Policía Local es muy elevado: «Este trabajo supone tener que afrontar días de mucho estrés laboral, y encima los compañeros de tráfico son los que más tienen que sufrir estos altísimos índices de estrés».

En ese sentido, considera lo sucedido como un despiste entre el policía encargado de requisar el vehículo y el operario que tenía que trasladar el patinete al depósito municipal, puesto que «cada uno pensaba que la responsabilidad de cargar con el VMP era del otro». En este sentido, advierte que el compromiso recae sobre el agente «puesto que es el que había confiscado el patinete ilegal al usuario del mismo».

Resolución

Entendiendo que el error policial ha sido el causante de la pérdida o sustracción del patinete eléctrico, y según recoge la Constitución Española en el artículo 106.2 en relación con la responsabilidad patrimonial de la Administración, el Ayuntamiento de Benidorm tendrá que responder ante este despiste policial y abonar al vecino damnificado el importe del patinete eléctrico, valorado en 739€, así como el importe abonado en concepto de la denuncia: “Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos».