Durante la presentación de los resultados trimestrales de Caixabank, su consejero delegado, Gonzalo Gortázar, se ha quejado de que el nuevo impuesto permanente sobre las entidades financieras pactado entre PSOE y Junts perjudica sobre todo a su entidad. «Podríamos llamarla ‘tasa CaixaBank’«, ha afirmado Gortázar con agria ironía. Una comparación entre el futuro tributo -bautizado como ‘impuesto sobre el margen de intereses y comisiones de determinadas entidades financieras’- y su antecesor (el ‘gravamen temporal de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito’) pone de manifiesto que la nueva figura perjudica en alguna medida a las entidades más pequeñas (que hasta ahora no pagaban el gravamen), alivia a las intermedias y daña la cuenta de resultados de las de mayor tamaño. Esto último es aún más intenso para las entidades que obtienen mayor porcentaje de su negocio en España. Estas dos condiciones -entidad grande y negocio mayoritario en España- encajan, sobre todo, en Caixabank. De ahí la queja Gortázar.

Fuente