Manuel Rodríguez (hijo) se crio entre serrín y mucho cante jondo en West Hollywood (EEUU). Por las venas le corría sangre flamenca, pero aún no sabía que acabaría siguiendo los pasos de su padre, también Manuel Rodríguez, y su abuelo, del mismo nombre. Tampoco que con esas guitarras que tanto mimaba su progenitor en su primer taller en Los Ángeles acabaría facturando cuatro millones de euros en 2023 y exportando el 90% de su producción a más de 120 países.
El camino cosechado por Guitarras MR se remonta 120 años atrás en Cádiz. «Soy la tercera generación de la segunda marca más antigua del mundo de guitarras españolas», explica Rodríguez, actual CEO de la compañía, con orgullo. Su abuelo inició su andadura profesional en 1905 como aprendiz en la casa del lutier Agustín de Andrés y también fue barnizador en el taller de José Ramírez. Su padre, también amante de las guitarras, pasaba buena parte de sus días fabricándolas y acabó por contagiar su amor por estos instrumentos a su hijo.
Entre Madrid y Los Ángeles
No fue hasta 1955 cuando Manuel Rodríguez (padre) montó su propio taller en la calle de Ministriles de Madrid; siete años más tarde cruzaron el Atlántico para probar suerte en Los Ángeles. En España no había futuro en plena dictadura y en EEUU había una gran demanda de guitarras españolas. «Sin saber hablar inglés, se casó con mi madre y emigraron», explica.
Este fue uno de los muchos viajes de ida y vuelta entre Madrid y California en dos décadas, donde se mezcló la competencia de fabricantes de guitarras japonesas con el despegue de Guitarras MR. Hubo que esperar hasta 1994 para que la familia tomara un decisión clave: abandonar su pequeño taller en el centro de Madrid por una fábrica en el municipio de Esquivias (Toledo). Fue en este momento cuando el taller limitado de espacio se convirtyó en la empresa Manuel Rodríguez e hijos.
Las guitarras de esta empresa familiar han pasado por manos de lo más variopintas. En 1998 Manuel Rodríguez (hijo) conoció al expresidente estadounidense Jimmy Carter y entabló una colaboración con la Fundación Carter. Unos años más tarde, en 2006 el entonces rey de España, Juan Carlos I, le invitó a viajar por todo el mundo como parte de la delegación real y la firma entregó guitarras serigrafiadas al cantante Elton John y al guitarrista Carlos Santana en México con arte huichol, un tipo de diseño artesano del país. Otros grandes nombres de la música, como Sting, Stevie Wonder y Pablo Alborán, también han confiado en estos instrumentos cuyos precios oscilan entre los 250 y los 20.000 euros según la gama.
Al borde del cierre
En los últimos 20 años, la empresa ha estado al borde del cierre. Debido al encarecimiento de los costes de producción en España, en 1999 la compañía trasladó parte de la fabricación de la marca Caballero a China, una decisión que no era tan rentable 13 años más tarde. Para traer de vuelta las operaciones a territorio español, Guitarras MR necesitaba un socio que aportase dos millones de euros. Así es como en 2012 un fondo de capital riesgo, del que no ha trascendido el nombre, entró en la compañía para ofrecer liquidez y una nueva imagen a la empresa.
El cariño que aplica Guitarras MR a sus productos, entre los que se encuentran también ukeleles y cajones, ahora se dirige hacia la sostenibilidad para seguir innovando. La firma recicla maderas de árboles para fabricar sus instrumentos y utiliza barnices de agua.
Es este el motivo por el que Manuel Rodríguez recibió el premio al mejor emprendimiento 2024 de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), que aludió a su constancia por «no dejar de innovar nunca» y por «formar nuevos artesanos». Diez años antes, la firma recibió el premio NAMM Milestone por 110 años de servicio en la industria de productos musicales.
Después de 120 años de historia, Guitarras MR es incansable: participó en la gala Starlite de Marbella en Málaga, subastó una guitarra por 50.000 euros y aspira a participar en más proyectos con el actor Antonio Banderas. Su futuro está por escribir.