Enric Marco fue un hombre que durante años fue capaz de mantener, ante la opinión pública y su propia familia, que había sido prisionero en un campo de concentración nazi. Carismático y convincente, Marco ascendió a la presidencia de la Asociación Española de Víctimas del Holocausto, donde se convirtió en una figura destacada y admirada por su supuesta valentía y sufrimiento. Hasta que un día un historiador descubre que su relato es completamente falso. Eduard Fernández se mete en el papel de Enric Marco en la película ‘Marco’, de Jon Garaño y Aitor Arregi, que aterriza en los cines el 8 de noviembre, pero que este martes se ha preestrenado en los cines Palafox de Zaragoza con un coloquio con el propio intérprete.
«Yo solo conocía el titular, no sabía más de este hombre, sabía que había un tío en Cataluña, que decía que era superviviente de los campos de concentración y que no había estado nunca», empieza a relatar Eduard Fernández sobre qué pensó cuando le hablaron de este papel. Ahí empezó un trabajo muy duro para ponerse en el papel «de un viejo, parecer como él y mirar como él». De hecho, el intérprete recuerda que engordó 15 kilos pero que se pasó, «me dolía tanto la espalda que no podía andar más de dos minutos, ya era un viejo», recuerda a medio camino de la broma. «Y cuando me vi así en el espejo es cuando me empecé a atrever a trabajar con el personaje, con su voz, con la respiración…».
Un asesino, un mentiroso…
¿Tuvo algún dilema moral? «No», dice con rotundidad el actor, que prosigue: «Yo tengo la manga muy ancha, de las pocas líneas rojas que tengo es la de un pederasta. Cuando haces un personaje, tienes que meterse en su piel y probar y si fuera un pederasta tendría que mirar niños de otra forma y no quiero, es una línea roja que tengo. Pocas más. Entiendo más a un asesino. Y también te digo que pocas veces como público nos planteamos el dilema moral de si hay que hacer un asesino o no; pero sí a un mentiroso sobre los campos de concentración», reflexiona.
Para meterse en el personaje, Eduard Fernández ha tenido que pensar mucho sobre Enric Marco: «Este era un hombre que mucha gente odiaba, decían que hizo mucho daño a la memoria historia. Pero, mira, yo creo que mentirosos hay en todas las partes y no tiene nada que ver con la memoria histórica, que es algo que está ahí y que hay que abordar».
La carrera por los premios
Ahora mismo, Eduard Fernández suena con fuerza para los Goya tanto por su papel en ‘El 47’ como en ‘Marco’. Algo que no esconde que le hace mucha ilusión: «No te engaño, me gusta recibir premios, me encanta. No trabajo por los premios pero me gusta mucho cuando me los dan. Yo iré a los Goya si me nominan, tanto si me lo dan como si no, no como el Real Madrid», concluye, antes de reivindicar el papel de la cultura: «Yo soy un defensor de la sanidad y educación pública, cargárselas debería ser delito, y reconozco que me costaba poner a la cultura al lado. Pero cuando he visto que Vox lo primero que hace cuando gobierna es pedir Cultura, he visto que tiene tanta importancia como la sanidad y la educación. La cultura es algo atávico que sucede cuando entramos al cine o vamos al teatro».