El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Estepona ha incoado diligencias previas por un presunto delito de acoso sexual contra el alcalde del municipio, José María García Urbano (PP), después de recibir una denuncia por parte de un funcionario del consistorio en la que se relatan presuntos abusos sexuales por parte del regidor. Además, se ponen a disposición de la justicia pruebas gráficas y documentales que prueban los hechos denunciados.
En la denuncia a la que ha tenido acceso ElPlural.com se relata punto por punto la relación que mantuvo el funcionario con el alcalde desde marzo de 2022, momento en el que el funcionario comenzó en un periodo de prácticas en el Ayuntamiento. Es aquí, al comienzo de la relación. donde la víctima asegura haber notado “un trato especial”, cómo lo miraba y se dirigía a él, buscando una “intención libidinosa” hacia él. Y señala que días después pudo comprobar cómo “esa actitud se debía a que el denunciado buscaba satisfacer sus deseos sexuales valiéndose de su condición de alcalde”.
Entre marzo de 2022 y junio de 2023, García Urbano contactó con el funcionario para reunirse en el Parador de Málaga Golf Club con “el fin de mantener relaciones sexuales”. “Éste, incrédulo de la proposición, y con profundo temor (por si dicho rechazo pudiera afectar a su puesto de trabajo -tiene dos hijos menores de edad-), no le quedó otra salida que acceder a las pretensiones sexuales de García Urbano. En todos los episodios, el denunciante tuvo que acceder a las pretensiones sexuales del denunciado por miedo a perder su trabajo y como consecuencia de ello, no poder mantener a su familia”, se afirma en la denuncia.
Además, se relata que, tal era la perversión del alcalde que se llegó a pedir en varias ocasiones la intervención de la pareja del funcionario para que “ambos mantuvieran relaciones sexuales”, petición a la que tenían que acceder porque, señala, “siempre dejaba claro que el puesto de funcionario podría estar en peligro”.
En un día en 2022, García Urbano invitó al denunciante y a su pareja a conocer su castillo, y éstos accedieron otra vez por el temor a las represalias de no hacerlo. Una vez allí, el alcalde les ordenó entrar en una de las suites y le dijo que “le follara el culo” en presencia de su pareja, “a lo que el denunciante no tuvo otra salida que acceder a tal perversión”.
Sobre este episodio hay grabaciones en las que se puede comprobar que García Urbano mantiene relaciones sexuales explícitamente con el denunciante, que se ponen a disposición de la justicia en el momento procesal oportuno. También cuenta con pruebas documentales de todos los inmuebles y lugares donde se han producido los encuentros, ya que ante el temor de que le pudiera ocurrir algo, lo guardaba todo.
Con el fin de “seguir satisfaciendo sus deseos sexuales”, el alcalde les ofreció una ayuda económica de 2.000 euros mensuales, buscándoles un piso en Estepona, momento a partir del cual el denunciado empieza a contactar “de forma insistente y a diario” con la pareja para satisfacer sus deseos sexuales.
En la denuncia, el funcionario señala a su vez que en una ocasión se negó rotundamente a mantener las relaciones sexuales y que el denunciado le respondió con tono amenazante que su puesto de funcionario dependía de él y que “si no entraba en su juego su carrera profesional estaba acabada para siempre y que le iba a hacer la vida imposible ya que tiene contactos para que no pueda trabajar en ningún sitio”. Tras esta amenaza, el denunciante no tuvo otra opción que seguir accediendo a las “depravadas proposiciones” del denunciado.
También recuerda que él no se sentía atraído por los hombres, razón por la cual el alcalde le facilitaba unas “pastillas azules” con el fin de que mantuviera erecciones prolongadas.
No obstante, en el texto, a su vez, se afirma que el alcalde llevaba al funcionario a “pisos para mantener orgías con mujeres, pero realmente, su única intención era la de mantener relaciones sexuales con él”.
Entre las humillaciones se señala que en una ocasión García Urbano le ordenó “chupar su eyaculación del suelo”.
Pero ante el desgaste emocional y físico del agredido y fruto de que cada vez más se negaba a mantener relaciones, García Urbano dejó de ayudarlo y la arrendataria del inmueble donde residía también finalizó el arrendamiento.
Como consecuencia de todo ello, el funcionario se encuentra de baja laboral con tratamiento psiquiátrico desde junio de 2023, incluso ha tenido varios intentos de suicidio.
El alcalde denuncia una “falsa acusación”
Tras esta denuncia, el alcalde de Estepona ha emitido un comunicado en el que rechaza lo que considera una “denuncia falsa” en su contra. Según García Urbano, esta acusación forma parte de una “campaña injusta e inadmisible” para socavar su dignidad personal y su trayectoria política.
Por ello, ha anunciado medidas legales para defender su honor, contratando un equipo de abogados que se encargará de presentar su defensa y ha pedido ser escuchado “de manera voluntaria y a la mayor brevedad posible”.
“Es una inadmisible e injusta campaña para dañar mi dignidad personal y mi trayectoria con una única y clara finalidad espuria”, ha zanjado.