Un visitante cada vez más común en octubre. El mosquito tigre se ha convertido en una especial con una presencia cada vez más notoria en octubre, un mes que tradicionalmente está marcado por el descenso de las temperaturas y el declive de la actividad de estos insectos en la mayor parte del país. Sin embargo, el caso de esta especie es diferente. La razón de esta excepción y el aumento de mosquitos en otoño es simple, pero contundente: el mosquito tigre no necesita grandes acumulaciones de agua para reproducirse, y sus huevos pueden desarrollarse en lugares insospechados pese a la bajada de las temperaturas, como en el agua que se acumula en tiestos, charcos pequeños o incluso en recipientes olvidados en los jardines o cementerios.

Fuente