El debut de Caufriez no pasará a la historia en el aspecto positivo. Sobre todo por un desenlace condicionado por el penalti por mano del central belga, quien todavía no sabía lo que era jugar en Primera con el Valencia y acabó como protagonista de manera negativa. No tanto por la acción, desafortunada, sino por la situación en la tabla. El penalti fue un golpe directo al mentón a una plantilla que ya de por sí está sufriendo demasiados golpes.

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