Carles Puigdemont ha cerrado hoy el congreso de Junts, partido que vuelve a presidir con más control que nunca de su aparato, en manos de un Jordi Turull que ha borrado cualquier vestigio de los fieles de Laura Borràs y reducido ostensiblemente el peso de los «pragmáticos» de la formación. Una clausura que coincidía con el séptimo aniversario de la declaración unilateral de independencia y que ha servido a Puigdemont y Turull para dejar claro que el resultado del referéndum ilegal del 1-O «y han dejado claro «sigue vigente» para ellos.

Pese a esta reivindicación, Puigdemont ha dejado claro que el congreso abre «una nueva etapa» en la que Junts, ha advertido, debe «salir de los cuarteles de invierno y pasar a la ofensiva» tras siete años centrados en «resistir» ante la «represión del Estado».

«No podemos caer en el error» cometido en su día por el Gobierno, «y no reconocer que estamos en una nueva etapa política» ha advertido Puigdemont. Una etapa marcada por la división del independentismo, que ha perdido la mayoría en el Parlament, y por «el Govern más españolista y hostil de la historia y un monopolio asfixiante de un único partido en todas instituciones«. El líder de Junts se refería así al poder acumulado por el PSC, que gobierna la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y tiene línea directa con el Gobierno de Pedro Sánchez.

Nueva etapa

En este contexto, Puigdemont ha recordado el aniversario de la declaración de independencia. «Un hito imborrable», ha asegurado, con el que «emprendíamos un camino incierto, difícil» que pese a todo es «irrenunciable si queremos asegurar el futuro de nuestra nación». En este punto, el líder de Junts ha lanzado una nueva pulla a Salvador Illa, que le derrotó en las pasadas elecciones autonómicas, asegurando que «nada se puede hacer intentando borrar de la historia» ese hito del 1-O, que es justo lo que propone el socialista.

Defendemos la unilateralidad y el valor de la declaración de independencia, que le quede claro a todos».

Jordi Turull, por su parte, ha dejado claro también que Junts no renuncia a la unilateralidad que llevó al Govern de Puigdemont a proclamar la independencia el 27 de octubre de 2017. El secretario general de Junts ha proclamado el «compromiso» del partido con la defensa «de lo que votaron los catalanes» y ha añadido: «Defendemos la unilateralidad y el valor de la declaración de independencia, que le quede claro a todos».

Avales del 99%

Del control que la nueva dirección comandada por Jordi Turull sobre la estructura del partido dan muestra los avales obtenidos por las tres ponencias presentadas en el cónclave. La ponencia de estrategia política, titulada «Esperanza y alternativa» recibió el aval del 99% de los 1.200 delegados.

La misma proporción que la ponencia «El país que queremos» en la que se dibuja el proyecto de Junts para Cataluña. En cuanto a la ponencia de organización, los cambios introducidos para facilitar el ascenso de los nuevos perfiles designados por Puigdemont no restó apoyos a la dirección, que obtuvo un apoyo del 93% para este texto, dirigido por Mónica Sales.

En la nueva estrategia política destaca la concreción en ámbitos que aparecían desdibujados en el anterior congreso, con especial incidencia en dos cuestiones que Junts quiere convertir en banderas de su discurso: fiscalidad e inmigración. En el primer apartado, el partido aboga por rebajar la presión fiscal en Cataluña y afrontar las políticas de apoyo a la vivienda con desgravaciones a la compra y el alquiler.

Junts quiere estructurar también un discurso propio en inmigración, como ya ha mostrado la reclamación del traspaso de las competencias en este ámbito a la Generalitat. La formación propone además crear una Agencia de inmigración que se convierta en ventanilla única para los recién llegados, con la exigencia del catalán como uno de los ejes de la integración de los nuevos migrantes.

La relación con el PSOE

Con todo, los siete diputados de Junts en Madrid siguen siendo la joya de la corona de la actual implantación institucional del partido. «Estamos orgullosos de lo que ha hecho nuestro grupo en el Congreso, la estrategia no variará demasiado» advirtió Turull este sábado en la presentación de la candidatura a la dirección del partido. Una estabilidad que la ponencia aprobada en el congreso traduce en mantener la negociación con el PSOE, manteniendo también la presión constante sobre el Gobierno.

No llegó al plenario la enmienda que abogaba por «romper» el pacto de investidura con los socialistas si no se explicitan ya los resultados de ese acuerdo. Por contra, la ponencia aboga por afianzar la negociación abierta con el Gobierno, que se define como «inevitable» dado el contexto actual, aunque el texto también defiende «mantener en tensión» al Gobierno y «plantarse» si los acuerdos alcanzados «se rompen unilateralmente o se incumplen de forma reiterada».

Una exigencia que no se traduce, sin embargo, en ningún mecanismo para evaluar con la militancia su apoyo a Sánchez, a diferencia la consulta interna que acabó con su salida del Govern en 2022.

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