Empieza la cuenta atrás para las elecciones presidenciales de EEUU. El próximo 5 de noviembre, los ciudadanos estadounidenses están llamados a las urnas para decidir si Donald Trump, candidato del Partido Republicano, o Kamala Harris, candidata del Partido Demócrata, será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Los comicios son los más reñidos de los últimos años, pero hay tres temas de inversión que serán clave para decantar la balanza hacia un lado u otro.

Así lo creen en Wellington Management, donde destacan que el proceso electoral no solo va a «ser uno de los más trascendentales de la historia reciente», sino que también tendrá «posibles implicaciones globales de gran alcance«.

Por ello, consideran que, desde el plano de la economía y las finanzas, las consecuencias mundiales del resultado abarcan una amplia gama de sectores e industrias y afectan a muchas regiones, por lo que su impacto será potencial.

1. Energía y vehículos de nueva generación. En primer lugar, desde la gestora analizan el cambio en los impuestos y el gasto. Para el estratega Juhi Dhawan, «Trump está, por supuesto, mucho menos interesado en los subsidios a la energía verde, por lo que si gana, podríamos ver que se reducen los subsidios tanto en el periodo de tiempo durante el cual se ofrecen como en la amplitud de las fuentes de energía verde que los reciben».

Las ganancias de las empresas industriales y las empresas verdes en Estados Unidos han recibido un gran impulso con las ayudas otorgadas por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Biden de 2022 y, bajo la administración de Harris, «verían un camino aún sólido por delante«.

«Dado que un alto porcentaje de los proyectos anunciados en el marco de la IRA todavía se encuentran en la fase de planificación, es posible que algunos se cancelen o retrasen hasta que surja una claridad electoral«, añade.

En caso de que los republicanos «arrasen», el analista de investigación de acciones David Katter espera una derogación parcial de la IRA como «compensación fiscal por un proyecto de ley de extensión de la reducción de impuestos», pero no ve que sea probable una derogación total.

«El escrutinio probablemente se centrará en cambio en los vehículos eléctricos (VE), la carga de VE y las baterías, lo que creará volatilidad para el sector pero también creará potencialmente oportunidades de compra«, comenta Katter.

Con todo, el apoyo público de Elon Musk a Trump ha añadido más complejidad a la comprensión de lo que significaría un segundo mandato del republicano para la industria de los VE. Como observa el gestor de cartera Keith White, «es probable que el miedo en torno a lo que Trump hará con la IRA sea mucho mayor que la realidad».

2. Sector salud. Otro de los temas que serán determinantes para Wellington Management de cara a las elecciones es el sistema de salud. En este sentido, prevén que, al igual que en años electorales anteriores, las elecciones presidenciales y al Congreso de Estados Unidos de 2024 probablemente contribuirán a una mayor volatilidad en los mercados de atención médica dada la «relación histórica entre la política y la política de atención médica».

«El rango de resultados es más estrecho en el ciclo electoral actual en comparación con los ciclos electorales anteriores. Esto se debe en parte a que Trump ha sido presidente antes, lo que nos da un historial de su enfoque en el sistema de atención médica, mientras que Harris es más probable que continúe con las políticas de su predecesor«, explican en la firma.

No obstante, en la gestora remarcan que hay prioridades bipartidistas en materia de atención sanitaria que deberían continuar independientemente del resultado de las elecciones. Entre ellas se incluyen el avance de las iniciativas de atención basada en el valor, la ampliación del acceso a la atención de la salud conductual, la reforma de los gestores de beneficios farmacéuticos (PBM) y el escrutinio de los precios de los medicamentos.

«En un escenario de victoria aplastante por parte de los demócratas, Kamala Harris puede proponer la ampliación del número anual de medicamentos de Medicare sujetos a negociación y, si se aprueba, esto podría afectar al perfil de ganancias de la industria biofarmacéutica», dicen.

En un gobierno dividido con Harris como presidenta, en Wellington Management apuestan porque la legislación existente sobre precios de los medicamentos se mantenga intacta con cambios mínimos.

«En un gobierno dividido con Trump como presidente o en un escenario de victoria aplastante por parte de los republicanos, el enfoque en los precios de los medicamentos puede ser más limitado«.

3. Defensa nacional. El tercer tema de inversión que tiene mucho que decir en estos comicios está relacionado con la seguridad. Aunque, independientemente del resultado y de las diferentes prioridades políticas de la vicepresidenta Harris y del expresidente Trump, el estratega geopolítico Thomas Mucha señala que el entorno geopolítico mundial seguirá siendo un desafío, probablemente durante los próximos años.

«En un entorno de seguridad tan incierto, los líderes estadounidenses y otros responsables políticos de todo el mundo seguirán haciendo hincapié en la seguridad nacional, a menudo a expensas de la eficiencia económica. Un mayor enfoque en la seguridad nacional debería conducir a una mayor ‘protección y promoción’ de sectores estratégicos a través de medidas políticas, controles de exportación específicos y acciones legislativas».

Las cadenas de suministro globales también se verán alteradas a medida que los gobiernos alienten a las empresas a «contraer amistad» con aliados en lugar de correr el riesgo de depender de rivales. Los sectores estratégicos que podrían ser un foco de atención para los responsables políticos incluyen la tecnología de próxima generación, como las tecnologías de semiconductores y la biotecnología.

Thomas considera que la posición de Harris en materia de política exterior está estrechamente alineada con la del presidente Biden. Esto significa un enfoque continuo en la protección y promoción de sectores estratégicos en industrias críticas para la competencia de las grandes potencias con China, incluida la inteligencia artificial, los minerales críticos y la biotecnología.

«La política exterior de Trump probablemente reflejaría el enfoque transaccional de su primera administración. El comercio también probablemente daría forma a la política exterior estadounidense en una segunda administración Trump. La promesa del expresidente de imponer aranceles comerciales significativos a China, así como a algunos aliados de Estados Unidos en Europa y el Indo-Pacífico, probablemente sería una característica clave del enfoque de Trump 2.0 hacia el mundo y es casi seguro que agregaría nuevas tensiones a las relaciones entre Estados Unidos y China y nuevas fricciones con los aliados tradicionales de Estados Unidos», agrega.

IMPLICACIONES PARA EEUU Y EL RESTO DEL MUNDO

A pesar de Harris y Trump son muy diferentes tanto el tono como en sus comportamientos, en muchas áreas políticas tienen objetivos similares. Sin embargo, la forma en que intentarán alcanzarlos difiere enormemente y tendrá grandes efectos no solo para EEUU, sino para la comunidad global.

«Tanto Harris como Trump gastarán sin control y propondrán políticas que degradarán aún más la trayectoria fiscal de largo plazo. Las políticas de Harris compensarán en parte los ingresos, pero darán como resultado un crecimiento más lento y menos inversión. Las políticas fiscales de Trump promoverán el crecimiento, pero aumentarán las presiones sobre los precios y empeorarán las perspectivas de la deuda«, valoran en Natixis CIB.

En materia de comercio, en la firma apuntan a que tanto Harris como Trump mantendrán una postura de línea dura hacia China y que, en términos más generales, la posible aplicación universal de aranceles bajo Trump tendría efectos de gran alcance. «Si esta política llegara a aprobarse, veríamos un obstáculo significativo para el crecimiento mundial, mientras que una aplicación parcial daría lugar a una reorientación significativa de las cadenas de suministro mundiales».

En política exterior, proyectan que Harris trabajará en estrecha colaboración con los aliados y, en general, continuará con la ortodoxia de la administración Biden. De Trump, por su parte, «podemos esperar una política exterior transaccional y basada en las relaciones, que potencialmente aleja tanto a aliados como a adversarios».

Del mismo modo, y teniendo en cuenta la posición de Estados Unidos como productor y consumidor de petróleo y con influencia geopolítica y económica global, la percepción del mercado es que el próximo presidente estadounidense puede ejercer un impacto significativo en el mercado petrolero.

«Dado que es poco probable que la política energética de Harris se desvíe demasiado de lo habitual con Biden, comprender los posibles cambios con Trump es fundamental para las perspectivas del mercado petrolero en 2025 y más allá. Si bien Trump ha atacado repetidamente la política energética de la administración Biden, es probable que la capacidad para influir significativamente en el mercado petrolero sea limitada«.

¿CÓMO DEBEN RESPONDER LOS INVERSORES?

Prestar atención a las políticas gubernamentales es una parte fundamental de la inversión temática y este enfoque debería intensificarse durante los periodos de cambio potencial, según Wellington Management.

«Existe la posibilidad de que disminuya el riesgo regulatorio bajo un gobierno republicano, de que aumente el escrutinio en torno a la sostenibilidad y la electrificación y de que continúen las tendencias con apoyo bipartidista, como el gasto en defensa, la deslocalización y el empeoramiento de las relaciones entre EEUU y China«.

Pero, en definitiva, todo ello pone de relieve «la necesidad de una selección activa de valores y una investigación en profundidad, así como una comprensión de cualquier impacto potencial, con el fin de capitalizar la posible divergencia entre ganadores y perdedores en este periodo», concluyen en Wellington Management.

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