1. Asumir responsabilidades
  2. Dudas sobre la información que manejaba el equipo de Yolanda Díaz
  3. Explicaciones públicas
  4. Negociar un nuevo portavoz
  5. Distanciamiento entre la cúpula y el resto
El líder de Más País, Iñigo Errejón, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

El caso Errejón ha sacudido el panorama político y ha dinamitado la situación interna de Sumar. Se exige la dimisión de los dirigentes que conocían las conductas del hasta ahora portavoz, denunciado por agresión sexual el jueves por la actriz Elisa Mouliaá.

Cargos, diputados y cuadros medios de la formación llevan meses criticando la falta de transparencia y el “autoritarismo” de la cúpula, que dirige el partido de arriba hacia abajo, sin apenas democracia interna. Es precisamente el gobierno de “unos pocos” —como lo califican fuentes de Sumar— lo que evita ahora que pongan la mano en el fuego por sus dirigentes.

En las filas del espacio fundado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tienen muchas dudas de si se conocían o no los comportamientos machistas de Íñigo Errejón. Una figura que acumula diez años en la primera línea política y que ha ocupado cargos de enorme responsabilidad y exposición en cuatro partidos: Podemos, Más Madrid, Más País y Sumar.

Asumir responsabilidades

Ahora, cargos y diputados de la formación exigen aclaraciones: que los dirigentes expliquen en público y en privado si sabían de las conductas de Errejón. Y, si así fuese, que den un paso al lado y dimitan de inmediato, según confirman a Confidencial Digital desde la formación.

“Lo sucedido exige la asunción de responsabilidades políticas por parte de aquellos miembros de la dirección que tenían conocimiento fehaciente de estos sucesos”, afirman fuentes de Sumar.

Dudas sobre la información que manejaba el equipo de Yolanda Díaz

Tras la salida de Errejón, forzado a dimitir por la cúpula después de confirmar al partido que las denuncias anónimas que se sucedieron en X —antes Twitter— en la tarde del miércoles eran ciertas, quedan más dudas que certezas entre los miembros que conforman Sumar.

Para empezar, distintas fuentes consultadas por ECD medio muestran desconfianza sobre la información que se tenía del que fuera uno de los fundadores de Podemos.

Las sospechas se han multiplicado ante la falta de explicaciones de puertas hacia dentro. Distintos cargos denuncian que se enteran de los pasos que va dando Sumar gracias a los medios, o a medida se publica información en redes.

La principal demanda a la dirección es que aclare cómo ha ocurrido todo: cuándo se enteraron, y cómo y qué pasos se dieron con Errejón.

Explicaciones públicas

Más allá de la actuación del partido, que forzó la salida de su portavoz en la mañana del jueves, dudan sobre la veracidad de los hechos. Aunque ningún alto cargo de Sumar ha asegurado que conociese en modo alguno las conductas de Errejón, voces internas no terminan de creer esa versión. Tan es así, que están presionando hacia arriba para que abandone el partido todo aquel que haya tenido conocimiento de estos hechos antes del martes.

La presión también se extiende al ámbito público. En las filas de Sumar consideran que la dirección debe dar explicaciones a la ciudadanía: comparecer en una rueda de prensa y aclarar todo lo sucedido.

No solo demandan que haya aclaraciones en privado, sino también dar confianza a su electorado, que no ha podido escuchar más apariciones en medios que la entrevista concedida por Elizabeth Duval, secretaria de comunicación de Sumar, el jueves en la Cadena Ser.

Negociar un nuevo portavoz

El caso Errejón abre, además, un cisma político. Por lo pronto, Sumar debe elegir un nuevo portavoz, y esta ve, las formaciones englobadas en el grupo parlamentario no permitirán un ordeno y mando.

Quieren formar parte de la decisión, e incluso que el elegido no sea miembro de Movimiento Sumar —el partido de Yolanda Díaz— sino que pertenezca a alguna de las confluencias: Izquierda Unida, Más Madrid, En Comú Podem…

Distanciamiento entre la cúpula y el resto

Las acusaciones contra el ex portavoz han terminado por dinamitar la relación entre la cúpula y el resto de la formación. Cargos medios llevan meses reclamando una profunda remodelación de la estructura orgánica, que ahora, según denuncian, se limita a una verticalidad “propia de Podemos”. “No hay ninguna democracia interna. Las decisiones siempre las toma la dirección, sin consultar”, denuncian.

Ese distanciamiento se ha agrandado tras la salida de Errejón. Fuentes parlamentarias de Sumar aseguran que no conocían el comportamiento del exportavoz, y que, si la información que llegaba de la cúpula ya era escasa en el día a día, en este caso ha sido nula. De ahí que no se atrevan poner la mano en el fuego por ningún alto cargo.

En Sumar consideran que existe una alta probabilidad de que se produzcan más denuncias en los próximos días.

El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, con el diputado Enrique Santiago.
El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, con el diputado Enrique Santiago.

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