La emergencia social encierra muchas historias. Casi siempre de personas solitarias, pero puntualmente ocurre, debido al colapso en la acogida, que una familia con niños se ve abocada a dormir en la calle o sucedáneos. Es el caso de Mauricio, Giovana y sus dos pequeños, Zoe de 8 años y Leonardo de 7 años. 

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