La salida de la política de Iñigo Errejón este jueves llegó para el público general de una manera inesperada, casi por sorpresa. Pero su figura llevaba ya horas en duda dentro del partido. Los testimonios publicados por la periodista Cristina Fallarás, con denuncias anónimas de trato sexual degradante por parte del portavoz de Sumar, fueron circulando en las redes y en los chats del grupo parlamentario de Sumar. La publicación cogió vuelo, y los nervios fueron en aumento en las horas previas a la dimisión. Este mismo miércoles, horas antes del anuncio, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mantuvo una conversación telefónica con Iñigo Errejón. Una conversación que habría sido clave en su posterior caída.

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