Nico Williams, con el gol que decidió el partido, y Julen Agirrezabala, con numerosas paradas a numerosos lanzamientos y remates visitantes, doblegaron en San Mamés a un gran Slavia Praga, que fue mejor y mereció ganar.
Lo impidió un gol un tanto afortunado de Nico Williams, el más activo de los delanteros locales, con un disparo desde la frontal que desvió David Zima para hacer imposible que lo detuviese su meta Antonín Kinsky.
Aunque aún hizo más Agirrezabala, que no dejó de interponerse en la ocasiones visitantes, a las que respondió una a una hasta hacer imposible marcar al conjunto checo.
Los tres puntos, en todo caso, son de oro para el Athletic, que asalta la parte alta de la tabla y, con 7 puntos en tres partidos, se sitúa donde quería de inicio en esta Liga Europa en la que tanta ilusión tiene puesta con la final el 21 de mayo en San Mamés. El Slavia, de todos modos, confirmó todos los temores del entorno rojiblanco, que temía su poderío y el buen momento en el que llegaba a Bilbao.
De inicio, Ernesto Valverde no movió apenas el equipo de inicio más allá del regreso de Paredes tras su sanción ante el Espanyol y la entrada de Prados, en principio el titular, en lugar de Jauregizar.
Más cambios hizo Jindrich Trpisovsky, cuatro respecto a su partido del domingo en la liga checa, para salir en Sam Mamés a tumba abierta a por el Athletic. Tal fue así que los leones fueron incapaces de salir de su campo en todo el primer cuarto de hora.
Quince minutos en los que el conjunto checo gozó hasta de tres ocasiones, todas neutralizadas por Agirrezabala. La más complicada un fuerte disparo del internacional camerunés Michez que tuvo que desviar a córner.
Intentó sacudirse el Athletic el dominio visitante, sin mucho éxito pero sí viéndose muy activo a Nico, al que Dorley le arrebató un balón que estaba ya engatillando para cruzárselo a Kinsky.
Insistió Nico en un par de disparos que le volvieron a bloquear los defensas y después iba a ser lanzador de un penalti de Boril a Iñaki Williams que posteriormente anuló el árbitro a instancias del VAR.
Pero el Athletic y Nico ya se habían recompuesto y aprovecharon sus minutos de mejoría para abrir el marcador. Lo hizo el extremo internacional con un desde la frontal que tocó en Zima y descolocó a Kinsky.
Y hasta amenazaron los leones con una contra en la que Zima le aguantó la carrera a Iñaki, que no la acabó bien con un pase demasiado largo para su hermano y Berenguer, ambos esperándolo en el área.
No llegó ese 2-0 y ya hasta el descanso lo que amenazó fue 1-1 en una asedio checo que de tradujo en varias acciones a balón parado y en dos ocasiones de Provod y Michez. Las dos otra vez bien resueltas por Agirrezabala.
La segunda parte también arrancó con otras dos ocasiones de los hoy de verde. Un disparo alto de Doudera a centro pasado desde la izquierda de Provod y, esta mucho más clara, un disparo centrado desde la frontal ante la que volvió a reaccionar rápido el guardameta local.
Otra llegada más, rematada por el central Zmrzly en una balón pasado que se le fue muy desviado, ahondaba en la sensación de gran superioridad visitante y en la necesidad de que Valverde moviese ficha. Y lo hizo pero no como se presumía, ya que apostó por Unai Gómez y Dajló, cuando se esperaba, como mínimo, al recuperado Sancet y quizás también al joven Jauregizar.
Trpikovsky por su parte, introdujo al gigante Chory, otro dolor de cabeza para la defensa rojiblanca, que no daba abasto. Pero tenía el escudo de Agirrezabala, que sumaba y seguía un parada detrás de otra. Especialmente espectacular una en la que rechazó un cabezazo de Chory a centro a balón parado de Zafeiris.
No cejó el Slavia, que de principio a fin hizo del encuentro una agonía para el Athletic. Pero Nico encontró un gol afortunado, Agirrezabala fue un muro para los checos y el conjunto local sumó tres puntos de oro.