1. El impacto de los Erasmus y la nueva cultura de disfraces
  2. La seguridad, una prioridad en el auge festivo
  3. Decoraciones y espectáculos más sofisticados
  4. Una fiesta cada vez más popular
Imagen de archivo de una discoteca

El ‘boom’ de las fiestas de Halloween en España está llevando a los locales de ocio nocturno a reforzar sus medidas de seguridad. Este fenómeno, alimentado en parte por el incremento en la venta de entradas y la creciente participación de estudiantes Erasmus, ha transformado lo que solía ser una celebración minoritaria en una de las más importantes del calendario festivo nocturno.

Según la Asociación de Empresarios de Ocio Nocturno, España de Noche, el aumento de público ha obligado a los organizadores a incrementar el personal de seguridad para evitar incidentes en una fiesta que ya atrae a más personas que la propia Nochevieja. Vicente Pizcueta, portavoz de la patronal, explica a Confidencial Digital que Halloween se ha consolidado como una de las celebraciones más populares en las discotecas del país. 

«Halloween es, sin duda, la fiesta que más ha crecido en la última década. Ya antes de 2020, detectamos un incremento de la demanda, pero tras la pandemia ha habido una explosión», afirma. Esta evolución ha hecho que la noche del 31 de octubre ya no se limite a los disfraces de terror tradicionales, sino que ha tomado un cariz más festivo, inspirado en temáticas como la Catrina mexicana y en la música latina, especialmente el reguetón, que conecta con los jóvenes.

El impacto de los Erasmus y la nueva cultura de disfraces

El crecimiento de Halloween en España no puede entenderse sin mencionar la influencia de los estudiantes Erasmus, tanto los españoles que han viajado al extranjero como los que llegan de otros países. Pizcueta señala que «han transformado la manera en que los jóvenes celebran esta fiesta».

Estas nuevas generaciones, que crecieron con la influencia de series infantiles y una cultura de disfraces más marcada, han trasladado estas costumbres a las zonas de ocio nocturno. De hecho, Halloween ha pasado de ser una celebración anglosajona a una noche de diversión que supera en términos de afluencia incluso a otras festividades españolas, como la Nochevieja.

Halloween en Marina d'or.
Halloween en Marina d’or.

El portavoz de España de Noche destaca que la conexión entre Halloween y la cultura de los Erasmus no es solo una cuestión de disfraces, sino también de hábitos de ocio. «Muchos de los jóvenes que salen de fiesta en Halloween son los mismos que viajaron o convivieron con estudiantes extranjeros durante sus años de universidad. Este fenómeno ha impulsado el éxito de la fiesta en todo el país, no solo en Madrid y Barcelona, sino también en ciudades universitarias como Valencia o Salamanca».

La seguridad, una prioridad en el auge festivo

La cada vez mayor afluencia en las fiestas de Halloween ha obligado a los locales a tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad de los asistentes. Aunque no hay una variación significativa en los dispositivos de seguridad respecto a otras festividades, Pizcueta subraya que «cada año, en la medida en que aumenta la afluencia de público, se incrementa el personal de seguridad en los locales. El objetivo es evitar cualquier tipo de incidente y garantizar que la celebración transcurra con normalidad».

Los locales de ocio en España se encuentran entre los más seguros de Europa, afirma Pizcueta. Sin embargo, el aumento de demanda ha llevado a reforzar las medidas de control en las entradas, así como la vigilancia interna para prevenir situaciones de riesgo. «La seguridad es prioritaria, especialmente en una noche donde la gente busca divertirse disfrazada y en grandes multitudes», añade.

Decoraciones y espectáculos más sofisticados

Otro aspecto que ha evolucionado con el auge de Halloween es la ambientación de los locales. Lo que antes era una fiesta con decoraciones sencillas, hoy se ha transformado en una experiencia visual y tecnológica mucho más sofisticada.

 «Los efectos especiales, las pantallas LED y los espectáculos de luces y sonido han ganado protagonismo en los locales más grandes», explica Pizcueta. Las típicas telarañas y calabazas han quedado relegadas a un segundo plano en favor de producciones más elaboradas y modernas.

La demanda por parte del público ha llevado a los organizadores a invertir en espectáculos temáticos que complementen la música y la atmósfera festiva. «Las discotecas y clubes nocturnos han entendido que Halloween es mucho más que una noche de disfraces; es una oportunidad para ofrecer una experiencia memorable«.

A pesar de que los datos de facturación aún no están cerrados, todo apunta a que la fiesta del 31 de octubre se coronará como la más popular del año. Pizcueta menciona que, aunque se espera un retroceso en las cifras generales del ocio nocturno debido a la estabilización post-pandemia, Halloween es una excepción a esta tendencia.

 «En términos generales, el sector ha retrocedido este año un 2,5% en facturación, pero Halloween es la única fiesta que no ha dejado de crecer en los últimos años«, concluye.

Imagen de archivo de una discoteca

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