La enfermera británica Lucy Letby, condenada por el asesinato de siete bebés y el intento de asesinato de otros siete en un año de terror en el hospital Countess of Chester, ha perdido su último intento de apelar una condena adicional por intento de asesinato, según informa hoy The Sun.
Letby, de 34 años, fue declarada culpable en julio de intentar asesinar a una bebé prematura durante un nuevo juicio, pero hoy tres jueces del Tribunal de Apelaciones han rechazado su solicitud de recurrir esa condena.
Letby, quien actualmente cumple 15 cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional, había intentado desafiar la condena más reciente, alegando que el nuevo juicio no debería haber procedido debido al «prejuicio abrumador e irremediable» causado por la cobertura mediática de su primer proceso judicial. Su abogado, Benjamin Myers KC, argumentó que el juez había cometido un error al no aceptar la solicitud de la defensa de paralizar la acusación, calificándola de abuso de proceso.
El tribunal, sin embargo, no accedió a los argumentos de la defensa, y Letby no podrá apelar esta última condena por intento de asesinato, en la que fue declarada culpable de intentar matar a una niña prematura conocida como Baby K. Según los informes presentados durante el juicio, Letby habría intentado acabar con la vida de la pequeña al desajustar su tubo de respiración menos de dos horas después de su nacimiento.
Un año de horror en el hospital
Lucy Letby, descrita por la fiscalía como una asesina calculadora, fue arrestada en 2018 tras una investigación exhaustiva en el hospital Countess of Chester, donde trabajaba como enfermera en la unidad de neonatos. Se descubrió que durante un período de aproximadamente un año, Letby había asesinado a siete bebés y había intentado matar a otros siete, en algunos casos repetidamente. En uno de los episodios más perturbadores, se probó que había intentado asesinar a un bebé en dos ocasiones.
Letby fue originalmente condenada en agosto de 2023 tras un largo juicio de nueve meses y 22 días de deliberación por parte del jurado. En ese proceso, fue encontrada culpable de siete asesinatos, lo que la convirtió en la cuarta mujer en la historia del Reino Unido en recibir una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, una pena reservada para los crímenes más atroces. Entre las otras mujeres que han recibido esta sentencia se encuentran la infame asesina Rose West, Joanna Dennehy y Myra Hindley.
Intentos de apelar y proclamaciones de inocencia
Este no es el primer intento fallido de Letby de apelar sus condenas. En mayo, también se le negó la posibilidad de recurrir el veredicto de culpabilidad emitido en su primer juicio. A pesar de estos fracasos, Letby ha seguido manteniendo su inocencia, declarando en julio, tras su última condena, que «soy inocente» al ser sentenciada nuevamente.
El caso de Letby ha sido objeto de un extenso escrutinio público y mediático. En un reciente documental de The Sun, el experto en muerte infantil Dr. Dewi Evans desmontó las teorías que intentan defender la inocencia de Letby, sugiriendo que no hay fundamento para tales afirmaciones.
Una estricta orden judicial prohíbe que se revelen los nombres o identidades de los bebés que sobrevivieron a los intentos de asesinato de Letby o de los fallecidos bajo su cuidado.
Un caso que sacudió al Reino Unido
El caso de Lucy Letby ha conmocionado al Reino Unido, no solo por la crueldad de los crímenes cometidos, sino también por el abuso de confianza que implicaba. Letby, como enfermera en una unidad de neonatos, tenía la responsabilidad de cuidar a algunos de los pacientes más vulnerables, y en su lugar, utilizó su posición para causar un daño irreparable. Los motivos detrás de sus acciones aún no están del todo claros, pero el tribunal la describió como una persona que disfrutaba de infligir dolor y sufrimiento a las familias de los bebés.
Este último intento fallido de apelar no hace más que confirmar el veredicto de culpabilidad que ya había sido ratificado en múltiples ocasiones, dejando a Letby como una de las asesinas en serie más infames de la historia reciente del Reino Unido.