En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la Fundación “la Caixa” trabaja por la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo. A través de su línea especializada Incorpora Salud Mental, en 2024 ha atendido a más de 5.300 personas y ha facilitado cerca de 2.000 inserciones laborales en 1.200 empresas de todo el territorio español. 

El objetivo central de Incorpora Salud Mental es fomentar la ocupación de este colectivo, derribando las barreras de estigmatización que aún persisten en la sociedad y el entorno laboral. Para lograrlo, el programa ofrece un enfoque personalizado, diseñando planes específicos para cada empresa, con asesoramiento y acompañamiento desde la incorporación del trabajador hasta la adaptación y mantenimiento del puesto de trabajo. 

El empleo como herramienta de recuperación 

Laia Ferrer, psicóloga clínica y colaboradora del programa Incorpora, subraya la importancia de la inclusión laboral para las personas con problemas de salud mental. «El trabajo es un factor clave en su proceso de recuperación. Les ayuda a mejorar su autoestima y calidad de vida», afirma. Ferrer también destaca los beneficios particulares del empleo en los jóvenes, quienes suelen mostrar una gran motivación cuando acceden a su primera oportunidad laboral: «Llegan con ilusión y un empuje extra que demuestra el potencial que tienen si se les da una oportunidad». 

La necesidad de cambiar el enfoque hacia la salud mental se hace evidente con los datos de la Organización Mundial de la Salud, que estima que el 25 % de la población experimentará algún tipo de problema de salud mental en su vida. Además, en el 75 % de los casos, estos problemas surgen antes de alcanzar la mayoría de edad. Ferrer insiste en que es un reto social erradicar las actitudes discriminatorias hacia las personas jóvenes con problemas de salud mental, facilitando así un futuro más inclusivo para todos. 

Romper estigmas para abrir oportunidades 

Uno de los principales obstáculos que enfrentan las personas con problemas de salud mental en su acceso al empleo es el estigma y el desconocimiento que persisten en muchos sectores. Este prejuicio conlleva una tasa de desempleo significativamente más alta para este grupo. Para enfrentar este desafío, el equipo de Incorpora Salud Mental trabaja activamente en la sensibilización de las empresas, promoviendo la diversidad y el entendimiento en los lugares de trabajo. 

Contar con un empleo no solo ofrece estabilidad económica, sino que también ayuda a las personas con problemas de salud mental a estructurar su vida diaria y a integrarse activamente en la sociedad, lo que refuerza su autoestima y bienestar general. Por ello, Incorpora aprovecha este Día Mundial de la Salud Mental para recordar que el diagnóstico de una enfermedad mental no debería ser un criterio excluyente en los procesos de selección. Las personas que reúnen las competencias para desempeñar un empleo deben ser consideradas en igualdad de condiciones. 

Jóvenes, salud mental y precariedad laboral

Uno de los aspectos más delicados dentro de la salud mental es el impacto que tiene la precariedad laboral en los jóvenes. Según un informe del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”, la falta de estabilidad económica y la incertidumbre profesional son factores que incrementan notablemente los problemas de salud mental entre los jóvenes. Los primeros empleos, a menudo marcados por la temporalidad y la baja remuneración, generan situaciones de estrés y ansiedad que pueden afectar de forma significativa el bienestar mental de los jóvenes. 

Además, la situación es más grave para aquellos jóvenes que pertenecen a familias en situación de vulnerabilidad social, tal como se analiza en los informes de CaixaProinfancia. Estos jóvenes no solo enfrentan dificultades económicas, sino que a menudo arrastran también problemas relacionados con la salud mental desde edades tempranas, lo que agrava su situación en el mercado laboral. 

El compromiso con los colectivos vulnerables 

El programa Incorpora no solo trabaja con personas con problemas de salud mental, sino que extiende su acción a otros colectivos en riesgo de exclusión social, como personas con discapacidades físicas, intelectuales o sensoriales, mujeres víctimas de violencia de género, personas migrantes, mayores de 45 años y personas con adicciones, entre otros. 

Desde su creación en 2006, el programa ha facilitado más de 450.000 inserciones laborales en personas en situación de vulnerabilidad, gracias a la colaboración de una extensa red de más de 400 entidades sociales y miles de empresas responsables de sectores como hostelería, comercio, atención sociosanitaria, transporte e industria.

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