La historia del apellido Maradona tendrá una continuación. El mito futbolístico argentino, considerado uno de los mejores jugadores de la historia, llegó al fútbol español tras salir de Argentina para recalar en el Fútbol Club Barcelona y, antes de regresar a su país para cerrar su carrera deportiva, volvió a la Liga para jugar un año en el Sevilla.
Ahora será su hijo, también Diego Armando, quien se siente en un banquillo en España, aunque en este caso en el fútbol modesto, concretamente en el de la Unión Deportiva Ibarra, un conjunto tinerfeño la Tercera RFEF de Canarias.
El equipo, quinto clasificado por la cola en su grupo, ha prescindido de los servicios de su técnico, Francis Díaz, para darle su puesto a Diego Armando Maradona junior. La historia del hoy entrenador va de la mano de un legado complicado, con la memoria de su padre y con una vida en el mundo del fútbol lejos de lo que fue su progenitor.
¿Cuál ha sido el camino del nuevo entrenador del Ibarra?
Nacido el 20 de septiembre de 1986 en Nápoles, Diego Armando Maradona Junior es el hijo primogénito del ‘Pibe de Oro’, fruto de una relación extramatrimonial entre el futbolista y Cristina Sinagra. En aquel momento, Maradona brillaba con la camiseta del Napoli, pero su relación con Sinagra fue un secreto durante mucho tiempo. Esto provocó que el astro argentino no reconociera de entrada a su hijo, por lo que llevó el apellido de su madre hasta que un tribunal determinó la paternidad de Maradona en 1993.
A pesar de la sentencia judicial, Maradona no aceptó inmediatamente a su hijo, y no fue hasta 2003, en un torneo de golf en Fiuggi, cuando padre e hijo se encontraron por primera vez. Ya en 2007, después de años de tensiones y distancia, que Diego Armando Maradona reconoció oficialmente a su primogénito, poniendo fin a más de una década de incertidumbre familiar. Este gesto marcó un momento decisivo en la vida de Maradona Junior, abriendo paso a una relación más cercana con su famoso padre.
El perdón y la reconciliación
A pesar de los años de distancia y la complicada relación que mantuvieron, Maradona Junior ha hablado abiertamente sobre el perdón hacia su padre. En varias entrevistas ha relatado episodios conmovedores, como una conversación en Abu Dhabi durante el 57º cumpleaños de Maradona Senior, en la que el astro le pidió perdón: «Me tomó y me dijo: ‘Hijo mío, tienes que perdonarme, porque no puedo irme de este mundo tranquilo si no lo haces‘. Yo le respondí que no tengo nada que perdonarle, porque si estoy aquí es gracias a él».
Este acto de reconciliación fue un momento clave en la vida de Maradona Junior, cerrando un ciclo de dolor y dándole paz tanto a él como a su padre antes de su muerte en noviembre de 2020. La historia de Diego Armando Maradona Junior es una mezcla de legado, lucha y amor por el deporte, marcada por la presencia y ausencia de su famoso padre.
Una carrera futbolística diferente
A pesar de llevar el nombre de uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos, Diego Armando Maradona Junior no alcanzó el éxito en el mundo del fútbol como su padre. Desde joven mostró su amor por el deporte rey, pero su carrera estuvo marcada por altibajos. En 1997, firmó con el Napoli, el equipo donde su padre alcanzó la gloria, pero las expectativas no se cumplieron debido a problemas financieros del club. Posteriormente, jugó en clubes como el Genoa y más tarde en equipos amateurs, como el Cervia, donde ganó notoriedad gracias a su participación en el reality show italiano ‘Campeones: el sueño’.
Maradona Junior también pasó por equipos como Juve Stabia y Cuarto, donde consiguió el ascenso a la Serie D. Además del fútbol tradicional, también encontró éxito en el Beach Soccer, representando a la selección italiana y ganando el campeonato con Napoli Beach Soccer en 2009. Más tarde, jugó para Lazio y Catania en esta disciplina, antes de anunciar su retiro en 2020.
Sin embargo, su pasión por el fútbol no se apagó, ya que Maradona Junior continuó jugando en ligas amateurs y dio el paso hacia la dirección técnica. Fue entrenador del Napoli United y del Pompeya, ambos equipos de divisiones inferiores en Italia, aunque su experiencia como técnico terminó abruptamente debido a una destitución. Su carrera, aunque menos glamurosa que la de su padre, demuestra una profunda conexión con el deporte que siempre formó parte de su vida.
