El conocido como lama de Murcia, José Manuel C.R., alias Trascendencia Total, está citado a declarar este miércoles, 23 de octubre en Cieza, por la querella presentada por dos de sus antiguos adeptos, que relatan que sufrieron tropelías mientras estaban a su servicio. Aseguran, por ejemplo, que les metía drogas en la boca y piden una pericial toxicológica para ver si tienen mercurio en su cuerpo. El acusado lo niega todo: lo califica de «absurdo».
Cabe recordar que, a finales del año pasado, el cabecilla de la secta budista Fundación Mahasandhi ingresaba en prisión provisional por, presuntamente, drogar a sus acólitos, traficar con drogas, asociación ilícita y delitos contra el medio ambiente.
Lo hacía después de que la Policía Nacional hallase en los terrenos de Abanilla donde se ubica la fundación un zulo que contenía 180 kilos de mercurio y cinabrio. Alegó entonces que era para consumo propio, no para drogar a nadie.
Les obligó a consumir sustancias alucinógenas: el propio José Manuel les metía las sustancias en la boca
Tras un tiempo en la cárcel, donde llegó a romper su voto de silencio por supervivencia, Trascendencia Total fue liberado. Con cargos. Aún tiene pendiente que salga el juicio por esas acusaciones.
Ahora, José Manuel va al juzgado por otro asunto: una querella que le pusieron dos de los que fueron sus acólitos en tiempos. También está citada, en calidad de querellada, la secretaria de la organización, Ángeles M.S., y han de ir los querellantes para ratificar el contenido de su denuncia, en la que cuentan las barbaridades que, aseguran, padecieron. Por ejemplo, insisten en que el gurú les drogaba.
«Obligados a manipular mercurio»
«Fueron obligados a manipular y mercurio que don Jose Manuel obtuvo de manera ilegal además de numerosas sustancias estupefacientes y psicotrópicas como hongos, ayahuasca, cactus de San Pedro, salvia divinorum y marihuana, junto con otras sustancias químicas», se lee en la querella, a la que ha tenido acceso este periódico.
Vista de la finca de Abanilla. / EFE
Van más allá. «En un viaje a la India de los que don Jose Manuel organizaba periódicamente con los miembros de la asociación y afines, les obligó a consumir sustancias alucinógenas: el propio José Manuel les metía las sustancias en la boca; más tarde descubrieron que se trataba de marihuana mezclada con alguna otra sustancia psicotrópica», afirman.
Cortes en el frenillo
«Como habían practicado el Panchakarma y llevaban bastantes días sin comer nada, el consumo de estas sustancias les provocó mareos, vómitos, desorientación, pérdida del equilibrio incluso algunos de los miembros llegaron a hacerse sus necesidades encima delante de otros miembros encontrándose bajo estos efectos».
«Don José Manuel en todo momento ejercía manipulación sobre todos los miembros de la Asociación, les hacía sentir que habían fallado cuando no cumplían con las directrices que él daba», subrayan los querellantes.
También aseveran que «tal era la manipulación que incluso se dejaban agredir físicamente tanto por don José Manuel como por doña María Ángeles, ya que cada semana debían dejarse realizar varios cortes en el frenillo por estos con un bisturí«.
¿Cómo pudo pasar esto? Según la querella, porque el lama de Abanilla «les hace creer a los miembros de la asociación que necesitan hacer caso a lo que él diga, puesto que este se muestra como su ‘maestro’ o ‘gurú’, creando así una relación de confianza, e incluso de dependencia. Les introdujo la idea de que solo podrían volver a recuperar su identidad a través de él, sin él no eran nadie, ejerciendo así una activación interesada de emociones positivas como factor del abuso emocional«.
El lama se defiende
De la defensa de José Manuel se encarga el prestigioso penalista Pablo Martínez, el cual entiende que esta denuncia «no tiene ningún tipo de recorrido» y que ha sido interpuesta por «personas que le tienen (a José Manuel) animadversión por cuestiones empresariales», ya que uno de los querellantes había sido su socio.
«La denuncia relata hechos absurdos», insiste, al tiempo que deja claro que el lama niega tajantemente haber obligado a nadie a tomar drogas.
A la pregunta de cómo se encuentra Trascendencia Total, el abogado explica que está tranquilo y desea que este proceso se archive, pues «le ha hecho mucho daño a nivel personal, social y de imagen».
La querella es por la presunta comisión de delitos de estafa, lesiones físicas y psíquicas, coacciones, amenazas, contra la integridad moral, extorsión, contra los derechos de los trabajadores, contra la Seguridad Social y delito de asociacionismo ilícito.
