El PNV no lo tiene claro. La pretensión del Gobierno de convertir en permanente el gravamen sobre las energéticas y la banca le suscita grandes dudas: «Ojo con matar a la gallina de los huevos de oro», ha asegurado hoy el presidente de la formación, Andoni Ortuzar. Ha señalado que mantener este «gravamen bastante irregular» puede tener consecuencias en las inversiones de las energéticas y eso puede derivar en un impacto mayor que el beneficio, «algunas de estas empresas ya nos están diciendo que su plan de inversiones se va a resentir», ha advertido.

El líder de los nacionalistas vascos ha señalado que el discurso político que se esconde tras su idea de permanencia, «eso de que los ricos paguen más y que las empresas con beneficios caídos del cielo también, la gente lo compramos y lo entendemos fácil»: «Pero quienes tenemos una realidad muy industrial sabemos que si se quita el dinero de un sitio, se resienten otras partidas».

Este gravamen que nació en 2022 de modo temporal y extraordinario, para gravar al 1,2% sobre los beneficios de las compañías que facturaran más de 1.000 millones de euros, el Ejecutivo quiere ahora convertirlo en indefinido. Para ello quiere que se apruebe una enmienda legal en el congreso que negocia estos días y cuyo plazo de presentación concluye mañana. Distintas informaciones apuntan hacia una intensa labor de lobby por parte de las compañías energéticas para intentar frenar que prospere. En el plan de ajuste fiscal que el Gobierno remitió a Europa ya se recogía esta modificación que el Ejecutivo cuantificaba en unos ingresos añadidos de casi 2.000 millones de euros entre las compañías energéticas y la banca.

Para Ortuzar, mantener un gravamen de estas características afectará a las industrias energéticas de las que comunidades como la vasca viven en gran medida, «son empresas que invierten mucho en bienes de equipo, que se hace muchos pro la industria auxiliar vasca»: «Hay que tener una fiscalidad justa y progresiva, pero ojo con matar la gallina de los huevos de oro».

Además, ha recordado que si finalmente el gravamen se transforma en impuesto en el caso del País Vasco se debería concertar para poderlo adaptar a la realidad fiscal e industrial de Euskadi. Compañías energéticas como Petronor e Iberdrola son las principales contribuyentes de las haciendas vascas.

Apoyo a la jornada de 37,5 horas

Preguntado por la posición del PNV ante la posible reducción de la jornada a 37,5 horas semanales, Ortuzar ha respondido, en declaraciones a TVE, que su partido lo apoyará al tratarse de una medida muy extendida en amplios sectores de la economía vasca. En relación a los presupuestos, ha apuntado que el PNV ha comenzado a negociar con el Gobierno pero por el momento en una fase muy inicial. Recuerda que su formación siempre ha defendido la estabilidad presupuestaria de las instituciones pero que en este caso se deberán dar garantías de que se cumplen los compromisos alcanzados con el PNV previamente, como los relativos a la investidura de Pedro Sánchez.

Por último, Ortuzar ha evitado pronunciarse sobre su continuidad al frente del PNV en el proceso abierto. Ha recordado que ahora se aborda la renovación de las ejecutivas territoriales, de las que los actuales presidentes de Bizkaia -Itxaso Atutxa-, Alava -Juan Antonio Suso- y Gipuzkoa -Joseba Egibar- ya han avanzado que no continuarán. Ortuzar ha apuntado que en el PNV nadie se postula sino que son las bases las que deben proponer candidatos y que en su caso el proceso de renovación de la Ejecutiva nacional no se completará hasta comienzos del próximo años, «en torno al 20 de enero, por San Sebastián, hablaré», ha asegurado.

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