El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha obligado a una empresa a readmitir a una trabajadora a la que despidió 20 días después de que esta volviera de una baja médica tras abortar. Los magistrados consideran probado que la compañía cesó a su empleada como una represalia por coger la baja y que pretendió sustituirla por otra trabajadora, a la que contrató pocos días después de despedir a la que interrumpió su embarazo. La justicia ha declarado el cese como nulo y ha obligado a la compañía a pagarle una indemnización de 6.540,05 euros a la damnificada, así como reincorporarla a su antiguo puesto de trabajo.

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