De todos los opositores rusos excarcelados e intercambiados por espías al servicio del Kremlin el 1 de agosto, el caso de Andréi Pivovárov es el más rocambolesco. El director de Rusia Abierta, organización disuelta en Rusia en otoño de 2021, fue detenido en el aeropuerto de San Petersburgo y literalmente sacado de un avión de las líneas aéreas polacas a punto de despegar. Una vez condenado, él y su novia, Tatiana Usmanova, contrajeron matrimonio en prisión, no solo para que se les permitieran visitas matrimoniales en la cárcel, sino también como acto de resistencia.

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