Las acciones de Boeing han subido un 3,12% en Wall Street después de que el fabricante de aeronaves y el sindicato que representa a 33.000 trabajadores en huelga del área de Seattle hayan alcanzado un preacuerdo para poner fin a una huelga que ha afectado la producción de la empresa durante cinco semanas.

Según ha informado el sindicato este sábado, la Asociación Internacional de Mquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) recibió una propuesta que incluye un aumento salarial del 35% en cuatro años, un bono de firma más alto de 7.000 dólares o pagos mínimos garantizados en un programa de bonos anuales, entre otros. De igual modo, la aportación de la empresa al plan de jubilación 401(k) aumenta al 100% del primer 8% aportado, además de una aportación especial de la empresa al plan de jubilación del 4% garantizado. «Además, hay una aportación única de 5.000 dólares al plan 401(k) de cada miembro de la unidad», ha agregado el sindicato.

En su comunicado, la IAM agradece la labor de la Secretaria de Trabajo en funciones, Julie Su, que se reunió con ambas partes a principios de esta semana. «Con la ayuda de la Secretaria de Trabajo, hemos recibido una propuesta negociada y una resolución para poner fin a la huelga, y merece ser presentada a los miembros y es digna de su consideración», dijo el Distrito 751 de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales en un comunicado el sábado.

Un portavoz de la Casa Blanca indicó que el presidente Biden considera que el proceso de negociación colectiva es la mejor vía para lograr resultados positivos para los trabajadores, dejando la decisión final sobre el contrato en manos de los miembros del sindicato.

La huelga comenzó el 13 de septiembre después de que más de 30.000 trabajadores rechazaran un acuerdo que incluía aumentos salariales del 25% en cuatro años tras 16 años con los salarios congelados. Boeing había una oferta mejorada, pero el sindicato la criticó, afirmando que no fue negociada. Esta huelga ha sido la primera en más de una década en la compañía.

«Después de muchos años de sacrificios financieros para mantener la empresa a flote, los miembros de la IAM han intentado recuperar parte del terreno perdido en los últimos 10 años y mejorar la protección de la seguridad laboral, las normas sobre horas extraordinarias y reducir su participación en los costes del seguro médico, entre otras prioridades», ha explicado el sindicato.

Los líderes del distrito 751 de la IAM, Jon Holden y Brandon Bryant, destacaron que la propuesta mejorada es un testimonio de la determinación de los trabajadores en huelga y del apoyo que han recibido de la comunidad.

«Los trabajadores decidirán en última instancia si esta propuesta específica es suficiente para satisfacer sus muy legítimas necesidades y su objetivo de lograr el respeto y la equidad en Boeing. Como muchos trabajadores de Estados Unidos, los miembros de IAM en Boeing han hecho grandes sacrificios por su empresa, incluso durante la pandemia, cuando estos trabajadores se presentaban en la fábrica mientras los ejecutivos se quedaban en casa. Estos trabajadores merecen que se reconozcan todos esos sacrificios», han agregado.

Los paros coinciden en un momento en el que Boeing atraviesa una crisis reputacional y económica después de que sus aeronaves hayan protagonizado varios accidentes en los últimos años.

A principios de este mes, Kelly Ortberg, CEO de la compañía, informó que asumirá un impacto de alrededor de 5.000 millones de dólares en sus unidades comerciales y de defensa; cabe recordar que la compañía presentará resultados el próximo 23 de octubre. Asimismo, Boeing anunció que despedirá al 10% de su plantilla y que dejará de fabricar el modelo 767 cuando cumpla con su cartera de pedidos en 2027.

Por otro lado, la firma estadounidense estudia recaudar hasta 35.000 millones de dólares para apuntalar su balance ante la amenaza de perder su calificación de grado de inversión por parte de distintas agencias de crediticias y de calificación. De esa cantidad, 25.000 millones llegarán mediante la emisión de acciones y de bonos convertibles a tres años y 10.000 millones a través de un acuerdo de crédito firmado por un consorcio de bancos formado por JP Morgan, Goldman Sachs, Citi y Bank of America.

«La línea de crédito proporciona acceso adicional a corto plazo a la liquidez mientras navegamos a través de un entorno desafiante», explicó la compañía.

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