No solo la (hasta ahora) codiciada puntualidad de Renfe se ha ido al traste, sino que las incidencias se han ido acumulando desde hace año y medio en todas sus líneas, sin distinción entre la alta velocidad, los trenes regionales o los de cercanías. El operador ferroviario achaca sus problemas a los nuevos trenes Avril S106, entregados el pasado mes de mayo para las conexiones entre Madrid con Galicia y Asturias, y a las obras que están teniendo lugar tanto en la estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor como en Madrid. Sin embargo, es necesario echar la vista un poco más atrás, hasta febrero de 2023, para vislumbrar el inicio del caos ferroviario que vive el país.

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