Los otoños sin gota fría en el litoral mediterráneo presagia años hidrológicos secos. Así ha sido desde el otoño de 2022. Y la situación se agravó en el otoño de 2023, culminando en condiciones de sequía severa en las cuencas del Júcar y Segura. Cataluña se ha podido librar por las lluvias de junio de 2024. La Andalucía mediterránea transita en la cuerda floja sobre el estado de alerta de sequía. Cuando no hay aporte de humedad del Mediterráneo, en condiciones de inestabilidad, no cabe esperar volúmenes de lluvia importantes. Tan solo chaparrones localizados que, en algunos casos, pueden aportar, eso sí, más de 100 litros en pocas horas. Pero no hay beneficio pluviométrico para un territorio amplio. 

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