Javi Guerra, el quinto jugador con el valor de mercado más elevado de la plantilla del Valencia CF, afronta la vuelta de la Liga tras el parón de selecciones con una meta clara: recuperar un lugar en el once titular de Rubén Baraja. En el último capítula antes del descanso de la competición de clubes vivió una situación nueva para él desde su consolidación en el primer equipo en la segunda parte de la temporada 2022/23. Contra el Leganés (0-0), en Butarque, experimentó por primera vez la sensación de quedarse en el banquillo sin disfrutar de ningún minuto de juego.
Las dos semanas sin competición de Liga han servido al valenciano para ‘resetear’ el chip con la selección sub-21 y redefinir la meta de ayudar al Valencia como lo hizo en la recta final de aquel curso 22/23, en el que sus actuaciones en la línea de medios fueron una de las claves de la salvación de los blanquinegros. La llegada de Javi Guerra al área rival significó un plus importante en la resolución de partidos, y ahora podría volver a serlo para un Valencia que está sufriendo una grave crisis tanto en la capacidad de alcanzar la portería rival y generar ocasiones como en su acierto goleador.
En este sentido, en el terreno anotador, Guerra todavía no ha podido estrenar su casillero en la presente temporada y no ve portería desde la victoria en Cádiz del 1 de enero de 2024. Precisamente, el ‘8’ del Valencia tampoco pudo romper su sequía en su última aparición con la selección sub-21, que el pasado martes se impuso a Malta en la fase de clasificación para la Euro con una goleada de seis goles a cero. Sin embargo, el valenciano se reencontró con sus mejores sensaciones en un doble pivote al lado del jugador del Barça Marc Casadó. Como en sus mejores momentos en el Valencia, al lado de Nico González, o la campaña pasada de Pepelu, Guerra partía de la línea medular con mayor libertad para descolgarse en ataque y pisar el área. Un lugar, en el que le ha costado volver a afianzarse en el Valencia actual.