Participación a medias en la nueva Ordenanza de Limpieza de Alicante. El borrador, presentado hace solo unos días por el gobierno popular que dirige Luis Barcala omite varias peticiones ciudadanas que contaron con apoyo mayoritario en la consulta impulsada hace un año por el propio ejecutivo municipal.
Entre ellas, destaca la prohibición de fumar en las playas, que finalmente no se llevará a cabo; responsabilizar al Ayuntamiento de limpiar los grafitis en las fachadas de edificios, que recaerá sobre los vecinos; o facultar a los inspectores de mayor poder para sancionar conductas incívicas como incumplir los horarios de tirar la basura o no recoger las heces de las mascotas, que solo podrá ser multado por la Policía Local.
«Estas consultas se hacen para tenerlas en cuenta, aunque luego se diga que no hay participación», señaló el regidor Alicantino en noviembre del pasado año, cuando se dio a conocer el resultado del cuestionario ciudadano lanzado por su equipo de gobierno. En concreto, el Ayuntamiento consultaba sobre 18 aspectos a incluir en la nueva ordenanza, que recogieron una de media más de 700 respuestas cada uno.
Votaciones
Las cuestiones más llamativas incluyen el debate sobre prohibir fumar en las playas. Una conducta que, para el 62 % de los encuestados, no debería permitirse bajo ningún concepto, mientras que el 36 % pedía que se autorice a fumar siempre que se lleve un cenicero. En aquel momento, Barcala consideró que «si la mayor parte entiende que las playas pueden ser espacios libres de humo, hay que atender esas reivindicaciones».
Sin embargo, en esta ocasión el ejecutivo popular ha dado marcha atrás en su intención de prohibir el tabaco en los arenales, anteponiendo la opción minoritaria. Preguntado sobre esta cuestión recientemente, el vicealcalde y edil de Medio Ambiente, Manuel Villar, no supo exponer los criterios que habían llevado al Ayuntamiento a tomar dicha decisión en contra de la mayoría de los encuestados.
Más allá del debate sobre los espacios sin humo, los ciudadanos también reclamaban que sea el Ayuntamiento quien deba mantener limpias las fachadas de los edificios en caso de pintadas o grafitis. Así lo reclamaban 403 vecinos, frente a los 170 que decían que la responsabilidad debe recaer sobre los propietarios de los inmuebles. De nuevo, el gobierno local se inclina en esta cuestión por la minoría (un 23 % frente a un 56 %) y se sancionará con hasta 780 euros a quienes no limpien el fruto de actos vandálicos.
¿Más multas?
El papel de los inspectores es otra de las cuestiones que destacan de entre las que no han sido tenidas en cuenta. Especialmente porque, además del 66 % de los participantes en el sondeo, era el propio equipo de gobierno el que reclamaba su inclusión en la ordenanza como agua de mayo para combatir a los «incívicos».
Villar ha señalado en numerosas ocasiones el problema que supone que estos funcionarios no puedan sancionar a aquellos ciudadanos que tiran la basura fuera de horario o no recogen las heces de sus animales de compañía, teniendo que ser la Policía Local la que se ocupe de ello. Una situación que ha dado como resultado poco más de dos sanciones al año por dejar excrementos de mascota en la acera y que el ejecutivo popular esperaba resolver dotando de mayor «poder» a estos trabajadores.
Finalmente, según reconoció el vicealcalde, esta cuestión quedará fuera de la normativa al no tener potestad los inspectores para identificar al ciudadano infractor. Sí podrán, según el también edil de Medio Ambiente, sancionar a aquellos establecimientos de hostelería que incumplan la ordenanza.
Horario de contenedores
Por otro lado, la cuestión que más ha dividido a los ciudadanos ha sido la del horario de recogida de residuos: 130 vecinos (el 18 %) reclaman que sea desde las 17:00 horas; solo 4 residentes más, consideran que debe ser a partir de las 18:00; un 30 % (215 encuestados) piden un horario desde las 19:00; y el 33 % (237 personas) abogan porque sea a partir de las 20:00 horas. Esta última opción ha sido la seleccionada por el Ayuntamiento en el borrador de la nueva Ordenanza de Limpieza.
Entre los aspectos que sí se han tenido en cuenta, destaca obligar a los dueños de mascotas a diluir sus orines (86 % de apoyos); que los bares y restaurantes tengan que separar los residuos (81 %); o que el Ayuntamiento realice campañas informativas de concienciación ciudadana (86,23 %).
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