El peor partido de la temporada del Espanyol recibió el castigo que merecía. Desde la primera parte de Valladolid, en el estreno de la Liga, el bloque de Manolo González había competido siempre ante rivales de todo tipo y condición. En San Mamés no (4-1). El cuadro catalán fue una caricatura de equipo. Sin orden, sin alma y sin acierto, fue atropellado por un Athletic muy superior que liquidó el duelo con tres goles en la primera media hora. No queda otra que reaccionar el próximo viernes en Cornellà ante el Sevilla, la cita que precederá al derbi de Montjuïc contra el Barça

Fuente