Pedro Sánchez ha dejado claro este jueves su frontal rechazo a los campos de deportación de inmigrantes situados fuera del territorio de la UE, una receta que está cogiendo fuerza entre buena parte de los estados miembros y que cuenta con un primer laboratorio de la mano de Italia, gobernada por la ultraderechista Giorgia Meloni, que ya ha abierto centros de expulsión en Albania. “No estamos a favor de esas fórmulas. No atajan los problemas y crean otros nuevos”, ha señalado el presidente del Gobierno desde Bruselas, donde ha participado en un Consejo Europeo centrado en la espinosa cuestión migratoria.

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